Un mercado maduro, con una extensa red de puntos de ventas y por lo tanto competitivo, con las grandes cadenas dominantes extendiéndose fuera de las fronteras autonómicas y los pequeños actores buscando su espacio en las ciudades de reducido tamaño.
Esta podría ser, grosso modo, la radiografía de la distribución alimentaria en la C. Valenciana. En las últimas semanas, las dos grandes cadenas valencianas Mercadona y Consum han presentado unos planes para 2016 que confirman la situación. La compañía de Juan Roig tiene previsto abrir 60 nuevas tiendas en España y reformar otras 35. Sus áreas de expansión son Euskadi, Cataluña y Madrid. No habrá ni una nueva tienda en la C. Valenciana. Aquí su política se centrará en invertir en la mejora de sus instalaciones, con cinco reformas en la provincia de Valencia y una en Alicante.
Lo mismo ocurre con la cooperativa Consum, que ha orientado al exterior su evolución, concretamente a Cataluña y Murcia. De sus nuevo 40 nuevos puntos programados para 2016, cinco tiendas Consum estarán en la C. Valenciana, así como 12 franquicias Charter.
Este modelo franquiciado, de menor tamaño, es por donde está creciendo el sector. «No hay sobredimensionamiento; hay madurez del sector, y también crecimiento con nuevos formatos, reformas e inversión en equipamientos. Estamos muy evolucionados», explica Pedro Reig, director de la Asociación de Supermercados de la C. Valenciana (Asucova).
Mil aperturas al año en España
Los datos, ciertamente, confirman que el sector está muy maduro. La C. Valenciana es la cuarta en superficie de venta minorista, según datos de Alimarket. Concretamente, hay 316 metros cuadros por cada mil habitantes. Está muy por encima de la media (277 m2/1.000 habitantes). Por delante de Valencia solo se sitúan Galicia, Asturias y Cantabria, unas comunidades caracterizadas por una considerable dispersión poblacional. Las de mayor concentración y asimilables a Valencia, como Cataluña o Madrid, están en cambio por debajo de la media.
De todos modos, la expansión de las cadenas no se detiene en España. Hace unos días el líder agroalimentario valenciano Federico Félix alertaba del peligro de saturación del sector. En 2014 y 2015 se han abierto puntos de venta a razón de mil al año. Pero también ha habido muchos cierres. Este pasado ejercicio, el número de tiendas creció en 256 puntos, pero de ellos sólo quince en Valencia. De 1.864 han pasado a 1.879, otro síntoma de que el sector está maduro.
En este contexto, se crece en nichos como el pequeño municipio. En ese mercado el súper pequeño, desde 700 metros cuadrados, es versátil: «Dan una solución muy adaptada al mercado de reducido tamaño, apostando por el factor de proximidad al consumidor».
Ahí se mueven marcas valencianas, como el Mas y Mas Fornés (cadena de Pedreguer) y el Más y Mas Soriano (La Vila Joiosa). «Se han adaptado en tamaño, ubicación y surtido a mercados más reducidos. También lo han hecho Chárter y Dialprix con la fórmula franquicia. Detrás de ellos no hay otra cosa que pequeños comerciantes locales», apuntan en Asucova.
