La celebración del 25º aniversario de la puesta en marcha de la Federación Agroalimentaria Valenciana (Fedacova), un encuentro que reunió ayer a 300 empresarios y autónomos del sector de la producción, industria y distribución, fue aprovechado por la Generalitat para anunciar que ha pedido a los diferentes protagonistas de este mercado que «consigan ejercer de lobby ante las instituciones de Madrid y la Unión Europea». El secretario autonómico de Agricultura, Francisco Mulero, confirmó durante su intervención en la jornada Por el futuro del sector agroalimentario de la Comunitat Valenciana, que ha pedido «unidad de acción» para que se obtengan más beneficios a través de la Política Agraria Común (PAC) de Bruselas.

En parecidos términos, la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, afirmó ante el auditorio que el sector «debe plantearse dónde quiere llegar dentro de quince o vente años». En su opinión, «debe trabajar en equipo, saber reaccionar y reinventarse».

La industria agroalimentaria valenciana representa el 3,2% del Valor Añadido Bruto, lo que lo convierte en el principal sector manufacturero de la Comunitat Valenciana y que todavía es mayor si se suma la riqueza aportada por los productores y el ámbito de la distribución comercial. Además, genera más de 29.800 puestos de trabajo, el 13,8% del total del empleo de la autonomía y ha conseguido crecer un 6 % anualmente durante las dos ultimas décadas, a pesar de los duros años de la crisis económica. La suma de las actividades de producción, industria y distribución supone algo más del 16 % del PIB autonómico, genera el 14 % del empleo y representa una quinta aparte de las exportaciones.

Estas son algunas de las magnitudes que destacaba el presidente de Fedacova, Federico Félix, quien también reclamó «unidad de todos» en sus reivindicaciones ante Madrid y Bruselas. «Por primera vez hemos reunido a todos los representantes —productores, industria, distribución y consumidores— para analizar el futuro de un negocio que debe conseguir hacer más sostenible todos los eslabones de la cadena, incluidos los agricultores, que son los más débiles». Respecto al mensaje lanzado por la conselleria, Félix reconoció la necesidad de «actuar y presionar todos unidos».

El Consell recupera ayudas

El evento de Fedacova contó con un importante apoyo institucional, encabezado por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Empresarios de este ámbito destacaron que la innovación y la internacionalización son las dos grandes palancas de futuro para el crecimiento. Las exportaciones del sector agroalimentario valenciano superaron los 5.800 millones de euros en 2015, alcanzando su máximo histórico, con un crecimiento del 12% respecto al año anterior. En 2015, la facturación agroalimentaria alcanzó los 8.985 millones, con un crecimiento del 14 % respecto a 2014.

Puig anunció que el Consell volverá a poner en marcha, en un plazo de un mes, las ayudas destinadas a pequeñas empresas para potenciar la calidad. También se van a incrementará los fondos para apoyar la internacionalización de las empresas. El presidente de la Generalitat destacó la «compleja» situación financiera de la Generalitat, pues solo puede invertir la mitad que el resto de autonomías en ayudas a los sectores productivos, y recibe también menos ayudas de Europa.

Estructuras productivas

En presencia de los máximos responsables de AVA-Asaja y la Unió de Llauradors, Cristóbal Aguado y Ramón Mampel, respectivamente,el presidente de Fedacova reclamó a los responsables públicos a respaldar un proceso de transformación, gestado desde el sector, «que genere un cambio de las estructuras productivas que lo hagan más atractivo a las nuevas generaciones, impulsen la innovación y eleven su productividad y rentabilidad. Y reclamó a la industria y a la distribución que asuman «un mayor compromiso con la sostenibilidad de la actividad agraria. Actuando de forma concertada, seremos más fuertes, eficientes, innovadores y competitivos», agregó.

Necesidades logísticas

Durante su intervención, el secretario general de la Unió de Llauradors destacó que la seguridad, calidad y trazabilidad de los cultivos valencianos está probada, y resaltó la necesidad de impulsar el corredor mediterráneo para mejorar las exportaciones de la Comunitat Valenciana. Mampel reconoció las debilidades del ámbito privado por las estructuras minifundistas, así como por las dificultades para negociar con las multitud de empresas de la distribución agrarias.

En parecidos términos, Aguado reconoció que el campo «tiene dificultades para la comercialización de sus productos. Debemos redimensionar nuestras explotaciones para aumentar la competitividad, sobre todo después del abandono de 160.000 hectáreas en la autonomía», apuntó. El máximo responsable de de AVA-Asaja abogó por «despolitizar la política agraria» e impulsar un proyecto estratégico a veinte años vistas entre todas las administraciones públicas y agentes del sector.