La embajada de Nueva Zelanda en Madrid ha solicitado a Cámara Valencia su colaboración en un proceso de consulta sobre el tratado de libre comercio (TCL) entre Nueva Zelanda y la Unión Europea. A tal fin, la embajada ha remitido una carta en la que destaca "la importante labor de apoyo a la internacionalización empresarial que lleva a cabo la Cámara" y le pide su colaboración en un proceso de consulta pública de la UE entre las empresas valencianas. En la encuesta (https://ec.europa.eu/eusurvey/runner/AUZ_NZ), se pide información sobre relaciones comerciales con Nueva Zelanda: trabas legislativas y prácticas en las exportaciones, barreras técnicas, impacto de la legislación en el negocio de la empresa, otras barreras para acceder a estos mercados (licencias, trato discriminatorio de las inversiones) o barreras sobre propiedad intelectual.

En la actualidad, 352 empresas valencianas exportan regularmente a Nueva Zelanda, un país desarrollado con un nivel de vida similar a los países europeos. La liberalización comercial, las privatizaciones y la desregulación del mercado interno han convertido al país en una de las economías más abiertas del mundo. Entre los principales productos exportados por la CV, destacan los vehículos automóviles, calzado, cerámica y maquinaria y aparatos mecánicos.

Para la embajada de Nueva Zelanda, el TCL supondría enormes beneficios mutuos para las empresas: "un tratado de comercio completo y de alta calidad fomentaría la inversión, ofrecería nuevas posibilidades de colaboración entre las empresas gracias al acceso a nuevos mercados; dada la ubicación de Nueva Zelanda y sus conexiones de mercado en la región Asia-Pacífico y abriría nuevas oportunidades de colaboración con empresas de la UE en otras zonas de esta región".

Nueva Zelanda, Australia y la UE acordaron recientemente iniciar las conversaciones sobre un TLC completo y de alta calidad. Mediante la declaración conjunta realizada en octubre de 2015 por el primer ministro neozelandés John Key y los presidentes Donald Tusk y Jean-Claude Juncker, se estableció el compromiso político para el logro de este objetivo compartido. Antes de las negociaciones, tanto Nueva Zelanda como la UE lanzarán primero un proceso de consulta pública sobre la perspectiva de firmar el tratado, y según la Embajada, las respuestas a esta consulta de las partes interesadas serán fundamentales para que siga adelante el proceso.