Un grupo de agricultores ha decidido emprender acciones judiciales contra el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) por "los frustrantes resultados" que están ofreciendo las nuevas variedades de mandarina Safor y Garbí que se obtuvieron en laboratorios de este organismo público dependiente de la Conselleria de Agricultura, según ha informado la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA).

Así, los agricultores afectados ha decidido interponer una demanda contra el IVIA por los daños económicos y los perjuicios comerciales que les están causando estas nuevas mandarinas ya que las manchas en la piel que presentan la Safor y la Garbí están impidiendo su venta.

Al respecto, aclara también que las decisiones que se tomaron en su día sobre la Safor y la Garbí por parte de la Conselleria de Agricultura y del IVIA no correspondieron a los actuales responsables de ambas instituciones, pero sí apela a su voluntad de colaboración para instarles a buscar algún tipo de solución que sirva para compensar a los afectados. En cualquier caso, AVA-ASAJA no pretende cuestionar el rigor y buen hacer de la mayor parte de los investigadores del IVIA.

El origen del conflicto se remonta a 2009, cuando el IVIA sacó al mercado sus nuevas variedades de mandarina Safor y Garbí, presentadas ante los agricultores como "un gran logro", como una de las obtenciones "estrella" del centro investigador, hasta el punto de que los propios servicios de transferencia tecnológica de la Conselleria de Agricultura difundieron entre sus potenciales usuarios las supuestas bondades de la Safor y la Garbí.

Sin embargo, siete años después, es decir, cuando los plantones adquiridos han entrado ya en plena producción, los rendimientos que se están obteniendo "distan mucho de ser tan prometedores como se pensaba inicialmente".

Tal como ya denunció AVA-ASAJA el año pasado, la aparición de diversos tipos de manchas en la piel de ambas variedades, independientemente de la zona y de la comarca, es decir del tipo de microclima donde hayan sido plantadas, "se ha generalizado de un modo alarmante sin que el IVIA haya sido capaz hasta el momento ni de explicar la causa de estas fisiopatías, que suponen un lastre comercial de primer orden, ni de encontrar un tratamiento adecuado".

De hecho, más de cuarenta agricultores afectados por esta situación decidieron en la reunión que se ha celebrado en la sede de AVA-ASAJA dar los primeros pasos para presentar por vía judicial una reclamación por los perjuicios que están sufriendo. Los servicios jurídicos de esta organización agraria han comenzado ya a estudiar el caso con todo "lujo de detalles para poder determinar el modo más idóneo de articular esa demanda encaminada a exigir compensaciones económicas por las pérdidas ocasionadas".

Así, estudian formular una reclamación por incumplimiento de contrato y por la difusión, a cargo de un instituto público, de las supuestas virtudes de un nuevo producto, circunstancia que generó unas expectativas que se están viendo truncadas.

En este sentido, buena parte de los afectados subrayaron durante la reunión celebrada en AVA-ASAJA que se sienten engañados e indicaron, además, que les resulta "incomprensible" que un centro investigador del prestigio del IVIA y, por ende, la propia conselleria de Agricultura de la cual depende, pongan en circulación dos nuevos productos vegetales "sin haberlos probado ni testado debidamente, tal como vendrían a demostrar los decepcionantes resultados que están obteniendo la mayor parte de los agricultores que apostaron por la Safor y la Garbí".

AVA-ASAJA ofrece la colaboración de sus servicios jurídicos a los cientos de productores que se encuentran en esta "lastimosa situación" después de haber pagado los correspondientes royalties por estas dos nuevas variedades; después de haber invertido en la reconversión de sus plantaciones y de haber esperado durante cinco años a que los árboles entrasen en producción para encontrarse ahora que "sus esfuerzos han sido en vano".