El exdirector general de la Institución Ferial Alicantina, Antonio Galvañ, pagó con la tarjeta de la entidad pública 81.349 euros, de los que 57.333 euros están sin justificar o, al menos, la dirección no ha encontrado comprobante alguno que avale esos abonos. A ello, se suman 6.400 euros más de gastos que se pagaron con cargo a la caja, también sin justificar, y 1.670 euros en reintegros.

La gestión de Antonio Galvañ, que el pasado martes firmó el finiquito, aunque en desacuerdo, por unos 31.000 euros, estuvo muy cuestionada por parte del Ejecutivo autonómico, prácticamente desde que tomó posesión, y, en particular, por la Conselleria de Economía, y su cabeza visible, Rafa Climent. Ahora, ese primer diagnóstico de la dirección entrante ha sacado a la luz unos gastos que muchos, en el entorno de IFA, creen que no es más que la punta del iceberg.

De entrada, según ese primer listado de gastos, fue en 2009 y 2010 cuando se dieron los gastos más elevados. De hecho, 2009 se cerró con abonos con cargo a la tarjeta por casi 19.000 euros, mientras que en 2010 se superaron los 20.000 euros, y meses en los que se sobrepasaron los 5.000 euros. A partir de ahí, los abonos anuales fueron cayendo, hasta que 2015 se cerró con 947 euros.

Entre los gastos, los hay de todo tipo, destacan las compras de moneda extranjera. También hay dos colaboraciones de 50 euros cada una para una gala benéfica de la UMH contra el cáncer o una cena de APSA, cuatro cargos en cuatro años consecutivos de unos 87 euros para el seguro del teléfono móvil, inscripciones en jornadas de Coepa y almuerzos con Rambla o Sonia Castedo. Es más, hay un pago de 500 euros del año 2013 en la que lo se justifica es que es una «comida Coepa», pero poco más.

Ahora bien, si hay algo que ha indignado especialmente a la cúpula de la institución ferial eso ha sido el pago de una treintena de multas, entre octubre de 2013 y mayo de este mismo año, por un importe total que pasa los 1.300 euros, algunas de 120 euros, y otras de importes algo menores, que llegan hasta los 10 euros.

Galbañ aseguró que la tarjeta la utilizó toda la institución.