«La economía mundial está sufriendo una transformación nuclear», hasta tal punto de que el equilibrio económico «en el siglo XXI se está trasladando rápidamente de las economías industrializadas, lideradas por Europa, Japón y Estados Unidos, a las economías emergentes de Asia, especialmente China e India». Es un «nuevo orden económico mundial» que estará encabezado por China, seguida de Estados Unidos, India y Japón. Lo dijo ayer el economista estadounidense, Dale Jorgenson, tras recibir el título de doctor honoris causa en la Universitat de València.

Jorgenson, profesor de la Universidad de Harvard, auguró que «las economías industrializadas líderes crecerán a menor ritmo que la economía mundial, mientras que China e India», a pesar de que su impulso ya se ha frenado, en el caso de la primera, y lo hará en breve en el de la segunda, «crecerán a paso más rápido» y aumentarán en importancia relativa. «Mucho más despacio» crecerán los otros dos gigantes emergentes, es decir, Brasil y Rusia.

La conclusión de todo ello, según el prestigioso economista, es que «el crecimiento económico en el siglo XXI depende de un nuevo paradigma que llamo el modelo asiático», un modelo que «se centra en la globalización y se basa en la inversión de capital humano y no humano en lugar de en un crecimiento rápido de la productividad», «da más peso a la inversión y menos a la innovación».

Jorgensen añadió a continuación que «la creciente importancia del modelo asiático en la economía mundial está anulando las teorías establecidas sobre el crecimiento económico y acelerando la revisión atrasada de las estadísticas oficiales», dado que esas teorías «adjudicaban un enorme peso al aumento de la productividad, que ha desempeñado un papel relativamente modesto, y pasaban por alto las inversiones en capital, que son mucho más importantes».