Cherubino Valsangiacomo, bodega valenciana con más de cien años de historia, ha logrado una facturación de 30 millones de euros durante 2015, un ejercicio en el que ha canalizado en el exterior el 95 % de su cifra de negocio y donde Japón ya aglutina una cuarta parte del vino embotellado por la empresa familiar, según asegura en declaraciones a Levante-EMV el director general de la empresa, Carlos Valsangiacomo. La apuesta por este mercado asiático convierte a esta mercantil valenciana en uno de los principales suministradores de bebidas para los importadores de vino de Japón.

Cherubino Valsangiacomo lleva alrededor de veinte años colocando sus productos a clientes japoneses. «Empezamos con ellos vendiendo apenas 800 cajas de vino y actualmente nuestras ventas superan el medio millón de cajas», aseguró el principal ejecutivo de la bodega en la jornada de internacionalización organizada por Cajamar.

Nuevas inversiones

Desde 2013, Cherubino Valsangiacomo es Associate Menber de Japón, lo que equivale a interproveedor, hasta ahora única empresa occidental del sector vitivinícola. Allí comercializa vinos de la DO Valencia y de Utiel-Requena, así como varietales y de mesa. Actualmente, la cooperativa de compra abastece a unos 4.000 puntos de venta, desde tiendas pequeñas de barrio a grandes supermercados en todo el territorio de Japon.

La bodega valenciana con cuartel general en Cheste, que invertirá 1,5 millones en una nueva nave para llenados de vino, vende vinos a granel, embotellados y mosto concentrado de uva. Sus principales mercados son países de África Central, Inglaterra, Rusia, China y Estados Unidos.