El Gobierno de Rusia ha dado un nuevo varapalo al sector hortofrutícola de la Comunitat Valenciana. El país que preside Vladimir Putin ha anunciado su intención de prorrogar, hasta finales de 2017, el embargo a la importación de los alimentos perecederos procedentes de la Unión Europea (UE), lo que afecta de lleno al sector de frutas y hortalizas, carnes, pescados y lácteos. En el caso del sector exterior valenciano, las ventas de productos alimentarios estaban valorados en 125 millones de euros anuales hasta el ejercicio 2013.
Según los datos facilitados por la Cámara de Comercio de Valencia, hasta el comienzo de la prohibición de Rusia „en respuesta a la Comisión Europea por las tensiones geopolíticas en Ucrania desde agosto de 2014„ las ventas de hortalizas se elevaban a 46,4 millones de euros y las de frutas (sobre todo cítricos, caquis, granadas), ascendieron a 79, 3 millones. Estas han sido las principales partidas exportadas por el sector agroalimentario y ganadero de la Comunitat Valenciana.
Así las cosas, agricultores y ganaderos rusos han aprovechado las contrasanciones, extensibles también a Estados Unidos, Canadá, Australia, Noruega y Japón, para ocupar cuotas de mercado que estaban en manos de compañías occidentales. Mientras tanto, los Veintiocho tienen previsto abordar en junio las sanciones económicas contra Rusia.
Por su parte, la Comisión Europea decidió recientemente prorrogar las medidas excepcionales con el fin de dar apoyo a los productores de determinadas frutas y hortalizas frente al veto ruso, más allá del 30 de junio de 2016, fecha en la que finaliza la vigencia de las actuales subvenciones.
