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Tribunales

Olivas era consejero de Iberdrola cuando la eléctrica invirtió en Bankia

La compañía ha presentado una demanda contra el banco para recuperar 12,4 millones

Iberdrola se ha revuelto contra la que fue una de sus grandes aliadas: Bankia, que formó parte de su núcleo duro a través de su cofundadora Bancaja. La eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán anunció el martes la presentación ante los juzgados de primera instancia de Madrid de una demanda contra el banco para tratar de recuperar los 12,4 millones de euros que perdió tras invertir en la operación de salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011. No hay piedad en los negocios.

La relación entre Bancaja e Iberdrola se remonta a principios de siglo, cuando el Consell de Eduardo Zaplana instó a las cajas valencianas a entrar en el accionariado de empresas estratégicas. Para Sánchez Galán, Bancaja fue clave en la pugna que mantuvo por el control de la compañía con la ACS de Florentino Pérez. En el consejo de la eléctrica se sentaban los dos últimos presidentes de la caja: Julio de Miguel y José Luis Olivas, que mantuvieron esa representación „el primero a título personal y el segundo, por la caja„ cuando Bancaja se unió a Caja Madrid en junio de 2010 para dar lugar a Bankia.

Cuando en julio de 2011 esta última salió a Bolsa, Iberdrola fue una de las empresas que participaron en la operación para garantizar el éxito de la misma en un momento en el que los mercados internacionales recelaban de la salud del sistema financiero español. Así, el socio asegurador de Bankia, Mapfre, invirtió 281 millones, el Santander, 156, CaixaBank, 100 e Iberdrola, 70, entre otros. Como es conocido, la inyección de capital no sirvió para nada, el banco fue intervenido en mayo de 2012, las cuentas fueron reformuladas y desvelaron pérdidas milmillonarias y los accionistas que no habían vendido sus títulos lo perdieron prácticamente todo. Bankia mantuvo el 5 % que tenía en la eléctrica hasta 2014, dos años después de la dimisión de Olivas de todos su cargos.

El Tribunal Supremo consagró en febrero que hubo engaño en la salida a Bolsa de la entidad. Bankia maquilló sus cuentas y, por ello, los inversores particulares tienen derecho a recuperar su dinero. Tras la decisión judicial, el banco puso de inmediato en marcha un proceso para devolver el dinero. Pero el Supremo también dejó claro que excluía de ese retorno a los inversores institucionales. A resultas de esa decisión, algunos de los grandes contribuyentes a aquella operación, como Mutua Madrileña, anunciaron que desistían de seguir esa vía. Otros estudian seguir el camino de Iberdrola.

Lo que en su caso deberá dilucidar ahora la Justicia es si, pese a tener en su consejo al entonces vicepresidente de Bankia y contar con expertos internos que pudieron analizar en profundidad el folleto de la salida a Bolsa, a diferencia de los particulares, y que manejaban datos consistentes sobre el estado del sistema financiero, puede alegar, como hace en la demanda, que también fue engañada.

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