La rentabilidad es la gran obsesión del sistema financiero en un contexto de tipos de interés ya cercanos al territorio negativo. Sin embargo, los bancos disponen de la capacidad de elevar sus ingresos por la vía de los créditos que conceden. ¿Por qué no lo hacen? «En España no hemos sabido. Somos más cainitas y nos hemos metido en una dinámica de precios irracional», respondió ayer el consejero delegado del Banco Sabadell, Jaume Guardiola, quien añadió que «no todos los sistemas financieros reaccionan igual ante los tipos bajos; algunos amplían el diferencial del crédito; en el Reino Unido cada transacción tiene que generar beneficios, mientras nosotros nos quitamos clientes los unos a los otros» a través de una política de precios a la baja. El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, se mostró de acuerdo. No obstante, ambos indicaron que en un plazo no superior a los cinco años la normalización de los tipos podría llegar al sector. Así que habrá que resistir mientras tanto.

Ambos protagonizaron ayer un coloquio sustentado en preguntas sobre la actualidad financiera. Respecto a la posibilidad de fusiones, Sevilla afirmó que no ve movimientos en los próximos dos o tres años entre las seis mayores entidades, a diferencia de lo que prevé para la banca mediana. A largo plazo, el reto será tener bancos paneuropeos. Guardiola opinó que las concentraciones se producirán a medio plazo, porque a corto plazo «cuesta que salgan los números». El moderador Joaquín Maudos, planteó que para converger con la media europea en ratio de población por oficina la banca española debería suprimir otras 9.000 sucursales y preguntó si habrá más recortes en la red. Sevilla recordó que en España, que ha hecho un ajuste tremendo durante la crisis, hay cuatro empleados por cada mil habitantes, frente a los 6 de la media europea y los ocho de Alemania, es decir, que la productividad es alta. Aún así, «a medio plazo las oficinas tenderán a disminuir» por la extensión de las nuevas tecnologías.

Tanto Sevilla como Guardiola se mostraron de acuerdo en que el sector debe recuperar la confianza perdida por las «malas prácticas» en los años previos a la crisis, aunque el segundo precisó que 20.000 de los 70.000 millones invertidos en el rescate financiero los han aportado los propios bancos y el primero destacó que España tiene «las hipotecas más baratas del mundo», aunque «la imagen que queda es la de las cláusulas suelo». Por último, ambos coincidieron en que el sector no va a tender a cobrar más comisiones, entre otros motivos por que «no lo entenderían los clientes». Como dijo Sevilla, «hay que separar a los clientes de los usuarios bancarios», a quienes sí que hay que aplicar comisiones.