Grupo Dulcesol, uno de los gigantes valencianos de la alimentación, sigue expandiendo su mercado, ahora hacia Oriente. La estrategia de la empresa de Rafael Juan de trabajar el mercado musulmán elaborando parte de su producción según los criterios halal, aptos para ese público, le está permitiendo crecer en todo el norte de África y le está abriendo de par en par las puertas del Golfo Pérsico. Podría decirse que ha puesto una 'gloria', sus tradicionales magdalenas cuadradas, no en Flandes, sino en Oriente Medio.

Dulcesol acaba de empezar de forma oficial con el mercado de Emiratos Árabes Unidos, y también ha firmado un contrato con el mismo distribuidor para los países de Kuwait y Qatar, con posibilidad de ampliar a otros mercados, según explican a Levante-EMV fuentes de la compañía. Igualmente, también está a punto de enviar el primer contenedor a Jordania.

No se trata de un movimiento arbitrario. La compañía lleva tiempo produciendo una parte de su catálogo de productos bajo los criterios de certificación halal. De hecho, cuenta desde hace poco con una planta en Orán (Argelia), que completa las de Gandia y Villalonga.

El 13% de las ventas son al exterior

El 25% de su exportación, aproximadamente, va hacia este mercado, y la firma tiene presencia importante en el norte de África, un bagaje que le facilita la nueva aventura hacia el Golfo Pérsico. Existen mercados especialmente atractivos, como Irán, con 80 millones de habitantes, la mayoría población joven, que está comenzando a normalizar las relaciones con Occidente. Irán es el gran objetivo.

La exportación está ocupando una cuota cada vez mayor en las cuentas de Dulcesol. Según anunció hace poco, el grupo cerró 2015 con una facturación de 303 millones, un 3,6% más que el año pasado. Dulcesol es la firma líder, por ejemplo, en el mercado argelino. En estos momentos están exportando a 39 países con una facturación de 40,36 millones, que representa el 13,2 % del negocio.