Aurelio Martínez, presidente del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia, ha enviado una carta a Ana Pastor, ministra de Fomento, en la que expresa «su sorpresa y preocupación» ante sus recientes declaraciones «en las que apunta su deseo de querer transformar el Puerto de Barcelona en el mejor comunicado del Mediterráneo».
La misiva, a la que ha tenido acceso Levante-EMV, está firmada por la mayoría de miembros del consejo. Junto a Martínez, muestran su conformidad empresarios como Vicente Boluda (Ave), José Vicente González (Cierval), Salvador Navarro (CEV), el alcalde de Valencia Joan Ribó y los portavoces del Consell Josep Vicent Boira o Inmaculada Rodríguez-Piñero, entre otros.
Solamente los cuatro representantes del Estado no muestran su apoyo. Entre ellos están el delegado del Gobierno Juan Carlos Moragues y el capitán Marítimo Felipe Cano. Desde el entorno de Moragues apuntaron que «no es cierto que haya una discriminación entre los puertos, de ahí que no haya sido suscrito el documento».
«Resulta muy contradictorio que sea tan rotunda en esa afirmación cuando usted, como responsable de todos los puertos, es perfectamente conocedora de que el Puerto de Valencia cerró el año 2015 como primer Puerto de España y del Mediterráneo... si ese es su deseo, quisiera recordarle que está perjudicando seriamente con su decisión a los Puertos de la Autoridad Portuaria de Valencia», exponen a Pastor. «No parece muy razonable invertir 150 millones de euros en los accesos al puerto de Barcelona (tercero en España en tráfico de contenedores) e ignorar las carencias históricas que sufren los puertos de Valencia, Sagunt y Gandia», prosiguen.
Aunque la comparación entre el trato recibido entre los puertos es el eje fundamental de la polémica, desde la APV quieren dejar claro que «no cuestionamos las inversiones necesarias del puerto de Barcelona, simplemente le recordamos las gravísimas carencias que vienen padeciendo los puertos de la APV, con el de Valencia y Sagunt a la Valencia, y que están lastrando su competitividad con otros puertos de su entorno».
De hecho, enumeran las cinco carencias principales de ambas infraestructuras, descritas en el texto de la izquierda. Por último, desde la APV argumentan que «al objeto de que las declaraciones políticas no inviertan las ventajas comparativas conseguidas en el mercado mediante dura competencia, sino que por el contrario garanticen la neutralidad y equidad exigible a todo responsable político... esperamos la misma rotundidad en sus declaraciones a favor de nuestras iniciativas y su compromiso en la materialización de las mismas».
