El calendario ha ahorrado un disgusto al equipo de Rafa Climent. Por suerte para ellos, este año hay dos festividades nacionales que han caído en domingo (1 de enero y 19 de marzo), lo que permite trasladar el festivo a otro día, y también se jugar con el Jueves Santo, que la ley permite intercambiar por jornadas que correspondan a tradiciones propias. De no ser así, el Consell habría tenido que elegir entre dejar fuera el día de San Juan o el Lunes de Pascua, con el consiguiente cabreo para dos sectores sensibles.