Casi cinco años después de su intervención por parte del Banco de España, la factura por el rescate de la CAM sigue subiendo. De acuerdo con las últimas estimaciones del Fondo de Garantía de Depósitos, las pérdidas previstas en la cartera cubierta por el Esquema de Protección de Activos (EPA) „el mecanismo que se concedió al Sabadell para ayudarle a digerir los activos tóxicos de la caja alicantina„ ascienden ya a 11.701 millones de euros, lo que, unido a los 5.249 millones que se inyectaron inicialmente a la entidad, eleva los números rojos esperados a cerca de 17.000 millones. En concreto, a 16.950 millones, una cantidad equivalente al presupuesto anual de la Generalitat Valenciana.

Esta cifra supone 1.802 millones más de lo que este mismo organismo calculaba a finales de 2014 y casi un 60 % más de lo previsto cuando se adjudicó la CAM. Un aumento de las pérdidas esperadas que responde al deterioro sufrido durante este tiempo por los activos cubiertos por este seguro, que incluyen desde participaciones inmobiliarias a créditos concedidos a promotores, pasando por viviendas, edificios y numerosos solares.

Así consta en el Informe Anual del Fondo de Garantía (FGD), en el que este organismo está obligado a incluir una estimación actualizada del agujero previsto „que debe realizar un grupo de expertos independientes„ para determinar el volumen de dinero que debe provisionar en sus cuentas para hacerse cargo de los pagos. Como se recordará, el EPA implicaba que el citado fondo bancario se hiciera cargo del 80 % de las pérdidas previstas sobre los activos más problemáticos de la caja.