Ibercaja pretende cubrir parte del «hueco dejado» por la extinción de Bancaja y la CAM, ahora integradas respectivamente en Bankia y el Sabadell, y, para ello, presentó ayer un plan de expansión en la Comunitat Valenciana que tiene como objetivo elevar en un 26 % el volumen de negocio del banco aragonés. El consejero delegado de Ibercaja, Víctor Iglesias, explicó en Valencia que «hay orfandad de cajas en este mercado». Es más, añadió que, «cuando hablo con gente de aquí, nos dicen que el modelo del Sabadell y Bankia no conlleva el mismo servicio que daban Bancaja y la CAM ni la reversión del beneficio al territorio; en varias ocasiones, figuras relevantes del entramado empresarial te dicen que añoran algunas cuestiones de gestión y arraigo, y critican igualmente los problemas de gestión y gobierno corporativo» que provocaron la muerte de las dos cajas valencianas.

Así que Ibercaja, octavo grupo financiero del país, se ha propuesto invertir 12,1 millones de euros para incrementar su negocio en la autonomía, donde ahora cuenta con 61 oficinas, 250 trabajadores, 124.000 clientes y 4.500 millones de activos. El Plan+Levante prevé elevar entre 2016 y 2020 en 1.157 millones de euros el negocio de la entidad: 578 millones corresponden a créditos y los 579 restantes, a recursos de clientes. Además de abrir un centro de negocio en Alicante similar al que inauguró recientemente en Valencia, Ibercaja reforzará su plantilla con 35 trabajadores, la mayoría gestores especializados, y remodelará 15 oficinas para adaptarlas al nuevo modelo comercial.

En el citado período, la entidad financiera prevé un crecimiento en banca personal y privada de 439 millones. El crédito a las pymes subiría en 178 millones, más 44 en depósitos, y el volumen de actividad de las grandes empresas aumentará en otros 442. Ibercaja espera que el 63 % de su crecimiento se produzca en la provincia de Valencia, mientras que Alicante concentrará el 27 % y Castelló, el 10 % restante. La expectativa es que el beneficio se triplique en la zona y alcance los 40 millones al término de los cuatro años del plan, mientras que el ratio de eficiencia mejoraría del actual 57 % al 42 %. La entidad dispone ahora en la Comunitat Valenciana de una cuota del 5 % sobre sus 85.000 millones en activos y su consejero delegado cree que en 2020 puede llegar al 10 %.

Víctor Iglesias aseguró que Ibercaja no se plantea en estos momentos una operación corporativa y se mostró también contrario a una mayor concentración en el sector „tras haberse reducido de 60 a 15 el número de bancos y cajas durante la crisis„, porque «los que quedamos damos un servicio competitivo y no es necesario reducir más, ya que pondríamos en riesgo la oferta y la competitividad». En su opinión, «en un oligopolio, el que pierde es el cliente». Ahora bien, añadió que a medio plazo sí puede haber fusiones de entidades que «obtengan sinergias y estén promovidas por las dos partes». Asimismo, confirmó que Ibercaja saldrá a Bolsa antes de 2020 porque está obligada por ley a reducir el capital del banco que está en manos de la fundación integrada por sus cajas fundadoras.