Los agricultores valencianos no ocultaron ayer su preocupación por las consecuencias para su sector de la salida del Reino Unido de la UE. No en vano, como dijo el secretario general de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Juansa Torres, «se trata de nuestro cuarto mayor cliente». Ahora bien, tampoco creen que haya que caer en el alarmismo. Todo depende de que Bruselas «tenga un plan b y de cómo sea ese plan», especialmente en materia comercial. Dicho de otro modo, «no tiene sentido que la Unión Europea tenga acuerdos comerciales con medio mundo y que ahora al Reino Unido se le pongan aranceles». En opinión de Torres, aunque la libra esterlina se devaluará, «las cosas pueden continuar bien para el sector si no se aplican aranceles, porque entonces los beneficiados serán los terceros países, que estarían en igualdad de condiciones que nosotros»

Por su parte, el secretario general de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, incidió en la misma línea al afirmar que «seguramente habrá una devaluación de la libra y mayores trabas comerciales sobre la situación actual». No obstante, «es imaginable que se firme un tratado comercial entre el Reino Unido y la UE y que se evite el tema de los aranceles». Mampel asegura que «es pronto para saber cómo nos afectará el Brexit a los agricultores valencianos, aunque cualquier circunstancia política siempre ha tenido repercusiones negativas para la agricultura valenciana, como es el caso del veto ruso que seguimos padeciendo» El dirigente agrario recordó que el sector agroalimentario valenciano factura al Reino Unido por valor de 392 millones de euros y añadió que el Brexit provocará un encarecimiento de los productos valencianos exportados y, por tanto, menos competitividad.