­Decepcionados, tristes y en estado de «shock» son algunas de las sensaciones expresadas por miembros de la principal colonia de británicos en España, la que se asienta en la costa de Alicante, porque creen que el brexit les deja en un «limbo». En España residen algo más de un cuarto de millón de nacionales del Reino Unido (253.928) y prácticamente uno de cada tres lo hace en Alicante (72.935), muchos en urbanizaciones costeras de Orihuela, Torrevieja, San Fulgencio, Benidorm, Calp o Xàbia.

«Estoy muy decepcionada, no me lo puedo creer, es un shock», relata Carol New, profesora inglesa de 47 años, quien ha insistido en su «sorpresa» por el resultado del referéndum ya que estaba convencida de que, aunque por un estrecho margen, ganaría la permanencia en Europa. Dice que ha hablado con algunos compatriotas «alicantinos» y todos tienen la incógnita de cómo les afectará a nivel particular, sobre todo los jubilados y los que perciben un sueldo en libras esterlinas si se da el supuesto de que esta moneda se deprecia con respecto al euro, lo que les haría perder poder adquisitivo. «Es muy posible que nos afecte. Nos sentimos menos protegidos a pesar de que, en realidad, nadie sabe exactamente lo que ocurrirá», prosigue.

Para el escocés Gary Thompson, de 41 años, «los jubilados que viven en Alicante estarán bastante preocupados» por la posibilidad de perder la sanidad gratuita y ver reducida su calidad de vida. La parte positiva del resultado está, en opinión de este escocés, en que Escocia «hará en poco tiempo otro referéndum para salir del Reino Unido», lo que le permitirá «en dos o tres años» cambiar su pasaporte actualmente británico «por uno escocés y dentro de Europa».

La galesa Ruth Haswell, de 56 años, ha pasado en pocas horas «del susto a la tristeza y ahora a la rabia», porque su país se abre paso «al recorte de derechos y al racismo» y comienza una etapa «problemática» para los británicos que residen en la UE.