Los años de dura crisis económica han ahondado en las notables diferencias de ingresos que se registran entre los trabajadores asalariados y los autónomos o, al menos, entre lo que unos y otros declaran al fisco. De acuerdo con la última estadística sobre el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), las ganancias medias anuales de los empleados por cuenta propia de la autonomía se desplomaron entre los años 2008 y 2014, hasta el punto de que en la actualidad apenas representan el 45% de lo que gana un contratado por cuenta ajena.

Una caída que tiene mucho que ver con la contracción del consumo durante estos años, que ha reducido drásticamente la facturación de muchos pequeños negocios, pero, sobre todo, con el auge del autoempleo como única alternativa para salir del paro, lo que ha favorecido la aparición de una nueva clase de autónomos, que apenas reúnen el suficiente dinero a lo largo del mes para subsistir, según apuntas desde las organizaciones del sector.

De esta forma, de acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria, los ingresos medios declarados por los autónomos que utilizan el método de la estimación directa „los que llevan contabilidad„ pasaron de 12.012 euros en 2008 a 8.860 en el último ejercicio con datos, el del año 2014. Esto supone 3.152 euros menos o, lo que es lo mismo, un recorte del 26,2%. Mientras tanto, el sueldo medio de los empleados por cuenta ajena sólo se redujo de 20.300 euros a 19.656. Una caída mucho más llevadera, de 644 euros, un 3,17% menos.

No obstante, también hay que aclarar que, aunque el sueldo medio haya logrado mantener el tipo, lo que se ha reducido notablemente es la cantidad de personas que tiene la suerte de tener un empleo con contrato. Esto es, que aunque la cantidad media siga próxima a los niveles precrisis, hay muchas menos personas cobrando, casi 100.000.