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Macroproyecto

José María Tomás reclama a la feria de Alicante 3,5 millones por su ampliación

La institución pagó 5,4 millones por los estudios previos de la urbanización, pero se negó a abonar las últimas 13 facturas

El macroproyecto de ampliación de la Institución Ferial Alicantina (IFA), que quedó paralizado hace algo más de tres años por falta de liquidez, y que dejó a la institución alicantina en la más absoluta asfixia económica, puede acabar encareciéndose más todavía. Con una deuda que se sitúa en el entorno de los 70 millones de euros, la entidad se enfrenta ahora a un jucio por una demanda de 2014 en la que el arquitecto José María Tomás Llavador „técnico de cabecera del PP para las ferias, si se tiene en cuenta que también se encargó de las obras de Feria Valencia„ reclama 3,5 millones de euros a IFA.

Y los reclama por el proyecto de ejecución del pabellón multifuncional IFA Arena y el proyecto básico y de ejecución del aparcamiento subterráneo y de la urbanización de la zona, construcciones éstas que, al final, nunca se llegaron a levantar, ni tampoco hay perspectivas hoy por hoy de que se puedan llegar a ejecutar algún día.

De hecho, sí se llegaron a abonar 39 facturas por un importe total de 5,4 millones de euros por otros proyectos previos. Sin embargo, hubo trece más „que suman 3,5 millones„ que nunca se pagaron. La anterior cúpula de IFA, en este sentido, vino a defender en la contestación a la demanda que lo que presentó el despacho técnico poco menos que no era lo que se había pactado. También hubo puntos de vista discordantes en si las facturas habían sido reconocidas o simplemente se habían registrado y ya, e incluso se cuestionaba que hubiera alguna que no fuera ordinaria, sino una factura proforma. No obstante, en la demanda, el arquitecto admite que hubo un recibo proforma, emitido de ese modo precisamente cuando se vio en la necesidad de acudir al juez.

En su demanda, presentada en los juzgados de Elx, el arquitecto se ampara en un contrato que suscribieron las dos partes en julio de 2005, con el fin de que Tomás Llavador Arquitectos e Ingenieros se encargara de la redacción de todos los proyectos técnicos y de la dirección de obra hasta la completa finalización de los trabajos, incluyendo el centro de convenciones, el pabellón multiusos, así como la ordenación de los terrenos.

No obstante, sí se matizaba que este encargo se debía ejecutar en tres fases. En un primer bloque, entraban los estudios previos, tanto urbanísticos como arquitectónico, así como otros documentos necesarios, fueran de planeamiento o de gestión. A partir de ahí, llegaría la redacción de los proyectos arquitectónicos para la construcción de los nuevos edificios proyectados, el parking subterráneo y la urbanización del entorno del IFA Arena, y hasta la construcción de un nuevo pabellón sobre el que existía originariamente. Finalmente, en la tercera fase se incluía la dirección de obras de la urbanización y de la construcción de los nuevos inmuebles.

En cualquier caso, al final, quedaron impagados los honorarios del proyecto de reparcelación, algunas facturas de la dirección de las obras de urbanización, el proyecto de ejecución del pabellón multiusos y el proyecto básico y de ejecución del aparcamiento subterráneo y la urbanización de esa zona. Por todo ello es precisamente por lo que reclama esos 3,5 millones.

De momento, el juicio está señalado para el mes de septiembre. Ni el arquitecto ni la nueva directiva quisieron hacer declaración alguna al respecto.

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