La Conselleria de Medio Ambiente ha vuelto a dilatar hasta el mes de septiembre su veredicto sobre el proyecto de Puerto Mediterráneo. En estos momentos el macrocomplejo comercial y de ocio de Paterna depende de la decisión de la Comisión de Evaluación Ambiental, formada por técnicos de diferentes consellerias que deben emitir una evaluación positiva o, por contra, frenar la construcción.

La decisión de dejar para después del verano esta decisión fue tomada ayer de forma consensuada por el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, así como representantes del grupo de origen británico Intu-Eurofund, que impulsa el proyecto.

La empresa pudo reunirse por primera vez con la conselleria que en estos momentos está escrutando cada detalle del expediente. El consejero de la joint venture, Salvador Arenere, y Rosa Vidal, de Broseta, trataron con Álvaro la situación de algunos aspectos del proyecto sobre los que Medio Ambiente pone pegas, como los informes de movilidad, carreteras, inundabilidad o contaminación acústica. Desde la empresa apuntaron que en breve facilitarán la información requerida.

Aunque el estudio del expediente está prácticamente resuelto y podría tratarse en la comisión de evaluación ambiental de agosto, ambas partes han preferido dejarlo para la reunión de finales de septiembre, y evitar así la sensación de que se adopta de tapadillo, en pleno mes vacacional, una decisión de gran impacto económico y social.

Más del 92 % del suelo adherido

En todo caso, la promotora insiste en que este retraso no afectaría a la apertura del parque, prevista para 2019. De momento van adelantado trámites. Según apuntan, ya han conseguido la adhesión al proyecto de más del 92,3% del suelo, y han llegado a un acuerdo con más de la mitad de los propietarios. Solo se resisten algunos pequeños propietarios, reacios ante la incertidumbre que aún genera el proyecto.