La aerolínea valenciana Air Nostrum ha conseguido ganar en los tribunales el contrato de transporte aéreo para repatriados que el Ministerio del Interior le había negado con bastante polémica. La Secretaria de Estado de Seguridad adjudicó a finales de abril a Air Europa por tercera vez este servicio, con una duración de 18 meses y un importe de hasta 11,8 millones.

Lo hizo a pesar de que la alianza formada por Air Nostrum y el Grupo Barceló (a través de sus filiales Evelop y Orbest) habían realizado una oferta económica claramente más ventajosa, reconocida por la Mesa de Contratación con 96 puntos frente a 70,57 de Air Europa/Swiftair. Era dos millones más barata.

Sin embargo, Interior adjudicó al grupo Globalia el concurso por una «deficiencia» técnica en la oferta en la que participa la valenciana. El problema para la Mesa de Contratación era que las dos compañías que acompañan a Air Nostrum (Evelop y Orbest) tienen externalizada la instrucción interna de tripulaciones, el conocido como certificado ATO, con el que sí cuenta la aerolínea que preside Carlos Bertomeu.

Su reacción fue recurrir al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales: alegaron que la enseñanza recibida por los pilotos de las tres compañías que conforman la UTE «era totalmente válida y cumplía con la normativa nacional (AESA), europea (EASA) y, por supuesto, internacional», explican fuentes de Air Nostrum.

Este tribunal estimó que la exigencia del certificado ATO no debía ser considerada una condición de solvencia excluyente, ya que generaba «indefensión».

Así, el ministerio ha ordenado revisar el proceso y se ha adjudicado el contrato a la UTE compuesta por las aerolíneas del Grupo Barceló y Air Nostrum. La rectificación supondrá un ahorro del 20%. Los 10,8 millones pueden ser financiados en la totalidad o en parte por la UE a través de Frontex.