El buen tiempo y el récord de visitas de turistas han hecho que hoy haya 210.000 camareros más que al inicio de la crisis, un 13% más. Uno de cada diez cotizantes trabaja en la hostelería, pero hay losas que pesan sobre este sector, como la temporalidad, el pluriempleo y la precariedad.

Los sindicatos denuncian que durante la crisis no se ha cambiado el modelo productivo y que España sigue aferrándose al turismo. Recuerdan que los empleos temporales y con bajos sueldos aportan menos cotizaciones a las arcas de la Seguridad Social, y por lo tanto no engordan la hucha de las pensiones.