Comelsa (Comercializadora de Electrodomésticos SA), la firma distribuidora de Milar, gestiona desde el pasado mes de mayo las tiendas que la catalana Miró tenía en Xàtiva, Torrevieja y Elx y ha mantenido a toda la plantilla de los establecimientos. Esta adquisición ha salvado todos los puestos de trabajo de estos tres locales ya que el pasado martes, Miró comunicó que va a despedir a todos los trabajadores, tras no haber podido superar el concurso de acreedores en el que está inmersa. De momento, en el aire están las tiendas y los empleos de Miró en Alicante, Vinaròs y una segunda de Torrevieja, aunque la concursada confía en poder traspasarla a terceros como ha pasado con la valenciana Comelsa.

Milar Comelsa se quedó las tres tiendas valencianas de Miró cuando la catalana anunciaba un ERE del 25 % de la plantilla. Ahora, los despidos afectan a los 339 empleados de todas España.

La dirección de la empresa ha presentado ante el Juzgado Mercantil número 3 de Barcelona un procedimiento de despido colectivo y lo justifica en causas económicas. Eso sí, si la empresa, propiedad del fondo de capital riesgo Springwater, no consigue vender las tiendas o la sede central como ha pasado con los tres establecimientos que se ha quedado Comelsa. La carta reza que «si bien el procedimiento afecta a todos los trabajadores de la empresa, durante el proceso de tramitación del despido colectivo se espera poder alcanzar acuerdos con terceros que permitan que parte de las tiendas puedan ser adquiridas por dichos terceros con la posibilidad de que parte de sus empleados puedan verse desafectados del despido colectivo al ser traspasado su contrato de trabajo a dichos terceros».

Propiedad de un fondo

El fondo suizo Springwater Capital adquirió Miró en noviembre de 2014, cuando la compañía se encontraba en concurso de acreedores, situación en la que todavía continúa. En los últimos meses se ha reposicionado la marca, se han establecido relaciones a largo plazo con los proveedores y se ha reforzado la estructura financiera con una ampliación de capital de 2,2 millones de euros, pero no ha sido suficiente para conseguir los niveles de rentabilidad necesarios en un 25 % de sus establecimientos.

Tras adquirir Miró, los planes de Springwater Capital pasaban por invertir 23 millones de euros en la renovación de su imagen, la reubicación de algunos de sus establecimientos y la apertura de nuevos puntos de venta, hasta alcanzar las 100 tiendas a finales de 2016, con lo que también se preveía generar 300 nuevos empleos en la cadena.

Miró cerró el ejercicio 2015 con un volumen de negocio de 100 millones de euros y con una red integrada por 65 puntos de venta pero no han sido suficientes para salir del concurso de acreedores.