El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) redujo el año pasado en 120 millones la factura por el Esquema de Protección de Activos (EPA) con el que tiene que cubrir durante diez años el 72,5 % de las pérdidas que genere la cartera del Banco de Valencia a CaixaBank, a la que vendió la entidad autóctona por un euro en noviembre de 2012 tras inyectar 5.400 millones en capital. Las cuentas anuales del fondo público correspondientes a 2015 ponen de relieve que las provisiones efectuadas para hacer frente a ese EPA „la cartera cubierta es de 4.978 millones„ ascienden a 526 millones a 31 de diciembre de 2015. El FROB explica que, al cierre de ese ejercicio, «sobre la base de la evolución de las pérdidas registradas y la pérdida esperada» ha decidido reducir las mismas en 120 millones, desde los 646 contabilizados al finalizar 2014. Es decir, que las pérdidas esperadas serán menores de lo previsto inicialmente. Los cálculos del FROB „al principio cifró el impacto en 600 millones„ contrastan con los de CaixaBank, que en 2014 elevaba esa cantidad a 1.203 millones. En cualquier caso, las fuentes financieras consultadas aseguraron ayer que, por el momento, el FROB no ha realizado desembolso alguno por este concepto al no haberse agotado las provisiones constituidas.

El Banco de España hizo público ayer un balance sobre las ayudas públicas en el proceso de reestructuración financiera iniciado en 2009. El dinero comprometido en diversas formas de capital asciende a 61.495 millones, de los que 53.553 fueron aportados por el FROB y los restantes 7.942 por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), la mayoría de ellos, en este último caso, para rescatar a la CAM antes de vendérsela por un euro al Sabadell. El supervisor precisa que del total solo se han recuperado hasta ahora 2.686 millones, todos ellos correspondientes a la parte del fondo público. No obstante, añade que el FROB es propietario del 100 % de BFA, la matriz de Bankia, y que tiene la mayoría en el Banco Mare Nostrum, así como las obligaciones convertibles de Banco CEISS y Caja 3 por un total de 991 millones. A todo ello, hay que sumar los 1.304 millones obtenidos por la venta del 7,5 % de Bankia.

En cuanto a los EPA, la pérdida esperada es de 10.390 millones, todos ellos provisionados, de los que solo 918 corresponden al FROB y el resto al FGD. En esta última cantidad se incluyen los 526 del Banco de Valencia. El Banco de España detalla que, hasta finales de 2015, se han desembolsado fondos en Caja Castilla-La Muncha y Cajasur «en los que se anticiparon importes a expensas de la liquidación final de la garantía, y en el EPA concedido a Banco CAM, en el que, en febrero de 2016, el FGD ha realizado un primer pago de 826 millones».