La multinacional norteamericana Ford Motor Company está decidida a mantener la competitividad y la carga de trabajo en la factoría de Almussafes tras su apuesta por la fabricación de vehículos, aunque también por la de motores. La compañía, que tiene previsto realizar inversiones globales cercanas a los 400 millones en los próximos años, invertirá inicialmente 40 millones para comenzar en Navidad la remodelación de la línea de montaje de los nuevos propulsores de 2.0 y 2.3 litros y cuyo montaje prevé comenzar a producir a partir de la segunda mitad de 2017.

El desglose de esta nueva inyección de capital se completará el próximo verano y alcanzará los 100 millones de euros para poner en marcha la nueva gama de motores. En junio de 2017 expira el plazo de producción de los motores que ahora fabrica para la corporación Jaguar Land Rover Automotive, con lo que esta carga de trabajo se compensará con las citadas versiones de propulsores de grandes cilindradas.

Según el secretario general de la sección sindical de UGT-Ford, Carlos Faubel, la compañía tiene decidido «apostar por las planta de motores» y garantizar carga de trabajo para una plantilla que en la actualidad emplea a un millar de trabajadores, de los cuales un 30 % son eventuales. Con todo, estas instalaciones perderán inicialmente un turno de trabajo, como acordaron con la multinacional el pasado jueves tras el anuncio de Expediente de Regulación de Empleo.

La actual planta de motores también requerirá remodelaciones en los años, lo que conllevará nuevas inversiones en el complejo industrial de Almussafes. De hecho habrá que adaptar las líneas a los nuevos propulsores.

Exportaciones

Almussafes exporta alrededor del 80 % de sus motores a Estados Unidos, donde la multinacional cuenta con una factoría en Cleveland que también produce la misma gama de propulsores que la fábrica valenciana. El montaje de los nuevos motores sería una buena inyección de capital y trabajo para la compañía y la industria auxiliar que demuestra así su alta competitividad. No es baladí que dentro de la propia competencia interna de la multinacional, los directivos de la compañía con sede en Detroit elijan la planta de Almussafes.

El pasado mes de julio, sindicatos y Ford mantuvieron una serie de reuniones para evitar los 430 despidos que la factoría anunció en la sección de vehículos tras la bajada de la producción. Sin embargo, alcanzaron un pacto muy similar al de motores, que contempla reducciones de jornada de horas por turno, al que no se han sumado el sindicato Comisiones Obreras, CGT e Intersindical. Sin pérdida de sueldo se reduce la jornada de trabajo, con el compromiso de recuperar esas horas en seis sábados en 2017, si se produce la esperada recuperación en la demanda.

El acuerdo se aplicará a partir de la próxima semana. En principio, se prevé que la reducción de jornada se aplique los viernes por la tarde. En total, se producirán unos 11.000 motores menos este año. Una vez más, la negociación de los trabajadores y la compañía ha evitado salidas de eventuales o medidas más drásticas que afecten al empleo.

La industria de Almussafes celebra el próximo 18 de octubre el cuarenta aniversario de la fabricación del primer Ford Fiesta. El pasado año la planta produjo 388.434 vehículos, lo que supone un incremento del 38 % respecto al pasado año. El 96 % de los vehículos se exportan fuera de España a 155 países diferentes. Con la nueva inversión se certifica un futuro para la planta.