Los planes de la Dirección General de Comercio para acabar con la libertad horaria en Valencia cuentan con el respaldo de cerca de un centenar de agentes sociales, económicos y políticos. Un listado de 91 adhesiones a la estrategia política de Natxo Costa contra la política implantada por el PP durante años en el Consell y Ayuntamiento de Valencia que cuenta con un invitado inesperado: el PP de Manises.

Esta próxima temporada otoño-invierno va a vivirse en la Comunitat Valenciana algo así como un segundo round en el combate entre la gran empresa, por un lado, y la Conselleria de Economía en alianza con sindicatos y pequeño comercio, por otro. En esa disputa se juega algo tan importante como cuántos festivos y domingos podrá abrir el comercio.

Tras un primer año de legislatura de embrollo jurídico y político, la Conselleria de Rafa Climent va a poner en marcha su plan b. A principios de esta próxima semana Comercio trasladará al Consell Jurídic Consultiu (CJC) su plan para decretar la nulidad de las zonas de gran afluencia turística declaradas durante los años del PP en la C. Valenciana, con el argumento de que no hubo una audiencia previa para que los potenciales afectados opinaran. En el caso de Valencia, esas zonas de gran afluencia permiten al gran comercio abrir todos los días del año.

Se calcula que a mediados de octubre el CJC emitirá su dictamen, preceptivo y vinculante, validando o rechazando los planes del Consell para frenar el abierto total. En caso de respaldarlo, Economía suprimirá todas las zonas de gran afluencia turística de la Comunitat Valenciana. Ese movimiento, según apuntan desde la conselleria, no generará grandes consecuencias en los municipios costeros, ya que en la práctica totalidad de casos los municipios cumplen los requisitos necesarios para las aperturas en festivos. Solo debería tramitarse de nuevo el procedimiento cumpliendo con la audiencia previa.

El meollo de la polémica está en Valencia (y Alicante). Si los planes de nulidad van adelante es muy previsible una avalancha de recursos judiciales del gran comercio con presencia en la capital. Con todo, el Ayuntamiento de Valencia abrirá las negociaciones con el sector en busca de un nuevo mapa de zonas de gran afluencia que permita conciliar todas las posiciones. Como ya adelantó este diario, el equipo de Joan Ribó es partidario de una propuesta en que todo el término de la ciudad disponga de libertad horaria, pero solo en determinados momentos del año, cuando esté justificado por motivos de afluencia turística.

Hasta llegar a esa negociación, el Jurídic debe ver legal el plan del director general, Natxo Costa, para anular todas las zonas. De momento, 91 entidades han mostrado su apoyo o conformidad. Hay sindicatos, colectivos sociales como las fallas, moros y cristianos o vecinales de municipios del área metropolitana, varias patronales del pequeño comercio o la asociación que agrupa a las grandes cadenas de supermercados (Asucova).

Por contra, han alegado su disconformidad las empresas y asociaciones de comerciantes de Valencia ciudad que ahora mismo pueden abrir todo el año, como Nuevo Centro y sus comerciantes, El Corte Inglés, el centro comercial Arena, Aqua, la patronal de grandes superficies Anged, Carrefour y la empresa del aparcamiento de Nuevo Centro.