La campaña citrícola vuelve a la normalidad mientras los operadores de mercado cierran las primeras compraventas y se recolectan las variedades de mandarinas más precoces en el campo. A la vista de los datos facilitados por la conselleria, el secretario de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, considera necesario «apostar por la calidad y garantía» de la fruta en estos primeros compases de la campaña, cuyo desenlace final, a pesar de las amenazas, «debe caracterizarse por la normalidad». Para AVA-Asaja, la previsión de cosecha «es asumible para el mercado si las cosas se hacen bien» e hizo un llamamiento a la «responsabilidad, seriedad y profesionalidad de todos los miembros del sector: desde los agricultores a operadores comerciales». Y reclama a las distintas administraciones y a la Agencia de Información y Controles Alimentarios (AICA) a estar «especialmente atentos y vigilantes para evitar abusos y alteraciones del mercado que repercutan a la baja en los precios. Cirilo Arnandis, presidente de Cooperatives Agro-alimentàries, considera que «se trata de una campaña normal. Aunque en la pasada fue buena en precios hubo momentos en los que incluso faltó producto en el mercado. Esta producción —agregó— nos permitirá servir a todos los clientes de Europa y de terceros países que estamos abordando debido a la problemática sobrevenida con motivo del veto ruso». Espera que las lluvias lleguen en el momento adecuado.