Los sucesivos casos de corrupción que proliferaron en la anterior administración popular han provocado que muchos servicios de la Generalitat que se habían gestionado en monopolio se abran a la posibilidad de entrada de otras empresas. Un caso paradigmático será la extinción de incendios, hasta la fecha contratada a la empresa de Sagunt Avialsa, que se vio envuelta en el caso Serafín Castellano, en el que se investiga el supuesto pago de comisiones, regalos y cacerías a políticos a cambio de estos contratos con la administración.

La Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat tiene casi a punto el pliego de condiciones para el futuro contrato de aviones de extinción de incendios, según confirmó a Levante-EMV el director de este ente dependiente de Presidencia, Josep Maria Ángel. La intención de esta medida es «diversificar el negocio» que en los últimos lustros estuvo ejecutado por la firma Avialsa.

El Consell prorrogó el contrato del servicio de aviones de extinción de incendios forestales para los meses de septiembre y octubre a Avialsa, por un coste de 1,27 millones de euros, para cubrir este periodo hasta el 1 de noviembre. El contrato con Avialsa había finalizado en febrero y era improrrogable y la Generalitat comenzó a trabajar en uno nuevo.

La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, explicó que los trámites para el nuevo concurso se «ha eternizado» por cambios normativos y porque a finales de julio se presentó un recurso especial en materia de contratación que obligó a suspender el procedimiento, añadió la también portavoz en una rueda de prensa.

La creación de la nueva empresa de Air Nostrum, aunque matizaron desde la compañía que no es para entrar en el sector en este momento, coincide con el nuevo concurso que lanzará la Generalitat para la extinción de incendios en breve. Las empresas que optarán son más que especializadas, ya que deben aportar aviones para la lucha contra el fuego en la C. Valenciana.