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Finanzas personales

Los valencianos tienen el 62 % de ahorros en cuentas por la nula rentabilidad del plazo fijo

Los clientes bancarios prefieren tener a su plena disposición el dinero Hace dos años sólo representaba el 44 % del total

Los tipos de interés están tan bajos que a un creciente número de valencianos les resulta más cómodo tener su dinero en cuentas a la vista o de ahorros que a plazo fijo. Los datos del Banco de España son incontestables. En junio de 2016, del total de depósitos bancarios, un 62 % correspondía a la primera categoría, es decir 56.975 millones repartidos entre los 28.968 de a la vista y los 28.007 de las cuentas de ahorro, mientras que los 35.310 restantes hasta llegar a los 92.285 totales de los sectores residentes en la autonomía pertenecen al dinero invertido a plazo. El citado porcentaje era de un 53 % en junio del año pasado y de un 44 % en el mismo mes de 2014. En junio de ese año, los depósitos a plazo superaron en la autonomía los 54.000 millones frente a los 40.500 que sumaban los otros dos productos financieros.

Como sucede en el conjunto de España, el dinero en cuentas se encuentra en máximos históricos. ¿Por qué? Como explica el director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Joaquín Maudos, el tipo de interés medio aplicado a las cuentas corrientes se situó al finalizar julio en el 0,08 %. Prácticamente, nada. Pero es que el de los depósitos a plazo cayó al 0,19 %. Es decir, la rentabilidad es casi nula. Ante esta tesitura, muchos valencianos con perfil financiero conservador han optado por dejar sus ahorros a la vista „de los que pueden disponer libremente cuando quieran„ conforme iban caducando los depósitos a plazo contratados cuando estos productos ofrecían remuneraciones rentables hace apenas dos o tres años.

Maudos asegura que este incremento en el dinero ingresado en cuentas bancarias es consecuencia también de la inestabilidad en los mercados bursátiles, que frena las ambiciones de muchos pequeños ahorradores, renuentes a comprar acciones de firmas cotizadas o a destinar su dinero a fondos de inversión. Otro factor es la bajísima rentabilidad que ofrece la deuda pública en estos momentos, que, al igual que los depósitos, es un producto con mucha seguridad.

El Banco Central Europeo cobra a las entidades financieras de la eurozona un 0,4 % por los depósitos que ingresan en esa institución, con el objetivo de forzarles a prestar dinero y dinamizar la economía. Este es uno de los principales motivos por los que los bancos prácticamente no abonan nada por guardar el dinero de sus clientes. De hecho, les resulta oneroso. Como afirma Maudos, «a las familias no pueden cobrarles porque sería impopular y muchas se llevarían el dinero a sus casas». Situación diferente es la de las grandes empresas, que manejan volúmenes de liquidez que solo los bancos pueden guardar y a las que en algunos países europeos ya empiezan a cobrarles.

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