El complejo industrial Parc Sagunt, cuyas obras acaban de reactivarse tras cinco años de bloqueo gracias a la inyección de capital del Puerto, vuelve a sufrir turbulencias. La empresa pública Sepides, titular junto con el Consell del 50% de Parc Sagunt SL, ha fulminado por sorpresa a su director de control de riesgos, Rafael Gallardo.

La lectura interna que se ha hecho en la compañía es que esta decisión responde al conflicto que se produjo antes del verano, cuando Sepides se negó a prestar 9,3 millones para poner de nuevo en marcha las obras de Parc Sagunt. Esa negativa llevó las relaciones entre ministerio y Generalitat al borde de la ruptura.

Sepides justificó entonces el cierre del grifo decretado por el «alto riesgo de seguir enterrando fondos públicos en una compañía (Parc Sagunt SL) en la que desde hace diez años no ha existido actividad comercial y que ha demostrado su incapacidad para hacer del parque una realidad empresarial e industrial», afirmó la filial del Sepi en un comunicado demoledor.

Con todo, fuentes oficiales de Sepides señalan que la destitución se debe a que «ya no goza de la confianza» de la presidenta, Rosa Mosulén, sin entrar a especificar los motivos. El despido se produjo en la reunión del consejo de administración de la filial de Sepi el pasado lunes.

Ese mismo día, precisamente, la empresa decidió mantener la puerta cerrada a la permuta de las parcelas a la que aspira la Autoridad Portuaria de Valencia. El puerto tiene reservada una parcela pero prefiere otra más grande y mejor ubicada, la que tenía Ros Casares y que ha regresado a Parc Sagunt SL tras el hundimiento de la histórica firma.

La APV, al rescate

Aunque esa permuta no está estrictamente vinculada al adelanto de 7,75 millones por parte del puerto, la empresa gestora del parque se comprometió con el puerto a facilitarlo el cambio en pocos meses. Y dado que tanto la Generalitat como esta empresa estatal comparten al 50% la titularidad del parque, se hace necesario el visto bueno de las dos administraciones.

Sepides, sin embargo, volvió a rechazarlo el lunes. La entidad ha encargado un informe para estudiar la viabilidad de esta permuta desde el punto de vista jurídico, técnico y económica. Es eso lo que ha motivado su negativa en estos meses. Hasta que no estén garantizados esos aspectos «no se va a llevar a cabo», apuntan los propietarios de la mitad del parque industrial.

«Se nos ha hecho una propuesta y la permuta está en estudio. Es un proyecto desde hace años y no se hará nada hasta que las cosas tengan lógica. Somos responsables a nivel administrativo», concluyen. Mientras tanto, las obras de Parc Sagunt van avanzando, con el horizonte de finalización de quince meses.