El rechazo de la Generalitat al proyecto ha provocado un reguero de reacciones. Desde el ámbito sindical, el líder de UGT, Ismael Sáez, apunta: «Para UGT es una mala noticia que se pierda una inversión de este calibre porque no vamos sobrados de inversión extranjera. Pero si hay motivos medioambientales habrá que cumplir la ley». «Siendo una pena entiendo que hay muchos centros comerciales en el área, pero es una inversión privada y el inversor es el que se la juega».

Por su parte, desde CC OO Paco Molina celebra: «El proceso ha acabado de manera satisfactoria. Es congruente con las alegaciones que presentamos en agosto de 2014 porque vulneraba temas mediaombientales y tenía un impacto negativo sobre el comercio local». Y añade: «Estos proyectos destruyen más empleo que generan, y está contrastado que no han aportado documentación para acreditar que esto no pase».

En el lado de los empresarios, el presidente de Cámara de Valencia, José Vicente Morata, reclamó al Consell que «apoye a aquellos inversores que vienen a la C. Valenciana, facilitándoles una tramitación ágil y transparente, sobre todo en un proyecto como este, con una inversión de 720 millones y 4.000 puestos de trabajo directos». Y añade: «En el caso de Puerto Mediterráneo, es evidente que el promotor ha trabajado intensamente para hacer encajar el proyecto, aunque sin frutos. Este esfuerzo, también debería ser valorado por la Generalitat».

Por su parte, la vicepresidenta del Consell argumentó ayer que no le preocupa que las inversiones extranjeras puedan replantearse interesarse en Valencia. «Ahora tienen seguridad jurídica. Los empresarios saben que no se les va a pedir una mordida por llevar adelante su proyecto», indicó Mónica Oltra. La portavoz del Consell explicó que «no es broma que haya un informe desfavorable del ministerio», pero evitó pronunciarse sobre el futuro de Puerto Mediterráneo: «Está aún en fase de tramitación administrativa y todo debe estudiarse a su debido tiempo».