El Grupo Obinesa, antigua Lubasa, ha presentado las cuentas de 2015 que reflejan que ha cerrado en positivo tras elevar su facturación a 377 millones de euros. Obinesa y sus filiales, entre las que se encuentran la constructora Becsa o Cerámica Saloni, alcanzó un acuerdo con las entidades financieras a finales del año 2015 para la reestructuración de su deuda (reducida en esos momentos a 412 millones) que le permitía encarar con estabilidad el futuro. Las entidades financieras otorgaron a la compañía un préstamo participativo de 165 millones de euros con la posibilidad de que las mismas lo transformen en el futuro en capital pudiendo alcanzar hasta el 24,9% de su capital.

Aunque la carga financiera sigue lastrando el resultado neto, debido principalmente a que el nuevo acuerdo de refinanciación entró en vigor a mitad de 2015, siendo el anterior más gravoso, el grupo ha obtenido en 2015 un resultado de explotación positivo, lo que indica, según la compañía, que en la actualidad los negocios obtienen rentabilidades satisfactorias previendo para el ejercicio 2016 una mejora sustancial tanto de los costes financieros como de las rentabilidades de las distintas actividades.

En relación a la actividad constructora, pese a que en el ejercicio 2015 continuó el estancamiento en la licitación de obra pública, Becsa ha consolidado su posicionamiento en el mercado nacional, con un incremento de su facturación de un 11% con respecto al ejercicio anterior y con un resultado que supone la consolidación de resultados positivos ya iniciada en ejercicios anteriores, siendo las perspectivas para el presente año la continuación en la senda positiva mencionada.

Inversión en I+D+i

Durante el pasado ejercicio, la compañía continuó con su apuesta en materia de I+D+i, aprovechando las sinergias entre los diferentes negocios de su grupo empresarial.

Según la compañía, en la actividad de construcción se ha producido una reorientación en el perfil del cliente, ganando peso el cliente privado, y en concreto el industrial.

Por su parte Cerámica Saloni incrementó sus ventas en un 5,18% hasta los 88,1 millones de euros y obtuvo un beneficio neto de 1,94 millones de euros. Durante el presente año la sociedad espera seguir consolidando su posición en el mercado y obtener una mejora tanto en los ratios de crecimiento como en la rentabilidad.

La empresa destacó mediante un comunicado que «tras la exitosa reestructuración» ha consolidado su crecimiento económico en actividades diversificadas y eminentemente industriales y de servicios con presencia tanto en el territorio nacional como internacional. De este modo, Obinesa reparte su negocio además de con las divisiones mencionadas con las de transformación y venta de materiales de construcción, y la venta y reparación de vehículos turismos e industriales.