La Consell de Alberto Fabra puso a la venta gran parte del patrimonio de la Generalitat para combatir la falta de liquidez de la administración autonómica tras la grave crisis y la falta de recursos. Pese a contabilizarse los ingresos en sendos presupuestos, las transacciones nunca se llegaron a realizar y sólo se han podido conseguir un par de operaciones de arrendamiento que generan rendimientos a la administración territorial desde 2013.

La antigua sede de la Conselleria de Industria, ahora en el complejo administrativo 9 d'Octubre, se arrendó al grupo Inditex para instalar un Bershka por un precio anual de 992.046,50 euros más IVA y una duración de cinco años prorrogables en periodos anuales hasta 15 años.

Por su parte, la antigua sede del Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa (Impiva) en la plaza del Ayuntamiento de Valencia está alquilada por la empresa valenciana Ale-hop por 204.000 euros al año. Está justo delante de la nueva sede de Hacienda.