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Informe

El informe de la CEV desaconseja su fusión con la autonómica Cierval

La operación está considerada como la clave de bóveda para la salvación del entramado patronal

El informe de la CEV desaconseja su fusión con la autonómica Cierval

Los peores pronósticos se han confirmado. El informe encargado por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) para calibrar la viabilidad de la fusión por absorción de la patronal autonómica Cierval concluye que la operación no suma. Es de «riesgo alto», según fuentes empresariales consultadas ayer por este diario. El contenido concreto del documento se conocerá hoy cuando sea presentado ante el comité ejecutivo y la junta directiva de la CEV.

Con la alicantina Coepa en concurso de acreedores y la castellonense CEC en preconcurso y envuelta en investigaciones judiciales por la gestión de la formación, el futuro de la financieramente ahogada Cierval es más que incierto. La salida que había pergeñado su presidente, José Vicente González, era una fusión con la saneada CEV que cubriera las deudas de Alicante y Castelló, la entrada de federaciones sectoriales y empresas para garantizar ingresos a futuro y la reducción de Coepa y CEC a estructuras mínimas. El diseño era mal visto al norte y al sur, pero también había levantado los recelos en Valencia, ante el temor en la patronal presidida por Salvador Navarro de que dicha operación no sumara y solo sirviera para arrastrar también a la CEV. Por eso encargó el informe.

El resultado principal está en la línea con lo que preveían sus principales dirigentes, que ahora tienen ante sí un dilema de gran calado: dar marcha atrás, con lo que Cierval probablemente tendrá que ir a concurso y, quién sabe, si a una eventual liquidación que obligaría a rehacer casi de cero el entramado patronal o arriesgarse e intentar salvar a la autonómica mediante su absorción. Todo dependerá de la voluntad de involucrarse de la CEC y Coepa, aunque en este último caso hay serias dudas en vista de que en su concurso quiere una quita del 95 % para sus deudas con Cierval. En principio, la CEV no renunciará a la operación hasta conocer qué opinan al respecto alicantinos y castellonenses.

También hay que ver la parte del informe que debe dilucidar la responsabilidad de la CEV. Y es que sus dirigentes temen que no haya lugar a estas alturas a la opción de desvincularse de Cierval para eludir el contagio de sus problemas. El informe debe determinar si la CEV tiene que hacerse cargo de todo el agujero allá donde no lleguen las otras organizaciones en una eventual liquidación, del 41 % que tiene de «capital» en Cierval correspondiente a su peso en la asamblea o si puede salvarse de la quema independizándose.

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