El presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Jaime Ponce, cifró ayer en 4.837 millones la cantidad recuperada de las ayudas públicas concedidas por el organismo a la reestructuración del sector bancario desde 2009, lo que supone el 8,2 % del total. Durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso, Ponce explicó que estos ingresos efectivos se derivan en gran parte de la amortización e intereses de instrumentos híbridos de capital y de la venta de entidades.

No obstante, el presidente del FROB advirtió de que la recuperación definitiva de ayudas dependerá de la evolución y desinversión final de BFA-Bankia, BMN y Sareb, de la amortización final y pago de intereses de los bonos contingentes convertibles (CoCos), y de las «desviaciones tanto al alza como a la baja» en el coste final de las garantías otorgadas respecto a la estimación actual.

Operación

El grupo BFA-Bankia percibió 22.424 millones de euros en ayudas pública, de los que ha devuelto algo más de 1.600 millones, mientras que el Estado inyectó 1.645 millones en BMN. Ponce afirmó que el FROB prevé que, a finales de 2016 o a principios de 2017, decidirá sobre las nacionalizadas Bankia y BMN, que podrían fusionarse o venderse por separado, operación que, en cualquier caso, determinará la recuperación de las ayudas públicas a la banca. «Nos encontramos en una fase de estudio y contraste de las mejores alternativas para maximizar el valor de dichas entidades y, por tanto, optimizar la capacidad de recuperar las ayudas», dijo Ponce. Para analizar dichas opciones, la Comisión Rectora del FROB aprobó el martes el inicio del proceso de contratación de un asesor externo que será quien estudie las posibilidades de desinversión.

Por otro lado, Ponce cifró en 2.451 millones la pérdida estimada para la partida de garantías del FROB, al tiempo que estimó en 56.545 millones el total de ayudas públicas a la banca, con una inyección del FROB de 54.353 millones, más la inversión de 2.192 millones en la Sareb.