Con una rentabilidad de los depósitos bancarios prácticamente a 0, unas letras del Tesoro y bonos hasta 3 años en negativo -hay que pagar por invertir-, unos fondos tan conservadores como recomendados, que consiguen unas rentabilidades ridículas y un mercado de renta variable por los suelos, como lo demuestra que el Ibex haya perdido más de un 5% en los que va de año, los inversores españoles, en su mayoría conservador, están aburridos y como diría el dicho cheli, más quemado que el palo de un churrero.

Con este panorama el mercado y quienes viven de él, se ha puesto a trabajar y a buscar alternativas más o menos sofisticadas, supuestamente rentables, aunque ninguno se arriesga a hablar de horquillas y de rangos.

Un equipo de Self Bank, que es un banco digital, ha elaborado una propuesta alternativa para que, siempre de la mano de un fondo de inversión, se pueda construir una cartera suficientemente diversificada a elegir entre una gran pluralidad de productos, con el fin de buscar rentabilidades interesantes, aunque nunca seguras y que se alejan de lo convencional.

Entre las alternativas el inversor puede elegir entre inversión en vicio (en vino, alcohol, tabaco, juego, armas€); en ética (compañías que cumplan con un código de gobierno corporativo, promocionen la conciliación laboral€); en la vejez (empresas de salud, farmacéuticas, biotecnológicas, fabricantes de prótesis, geriátricos€); en jóvenes (ocio, tecnología, bebidas, deporte, moda€); en seguridad (compañías que no slo proporcionan guardias o sistemas de alarma, sino que incluye también a aquellas que luchan contra el cibercrimen o contra el espionaje industrial); en turismo (fondos centrados en los 300 lugares más visitados del mundo); en materias primas raras (el cerio de los motores diésel, el terbio de los televisores LED, el neodimio en ordenadores, tabletas y móviles o en "tierras raras").

No se acaban ahí las alternativas a las inversiones de siempre y por ello hay propuestas de todo tipo como las Opciones binarias (comprar un activo o una moneda y apostar si su precio subirá o bajará.); microcréditos; ángel inversionista (encontrar empresas que se acaban de crear o ideas a punto de lanzarse al mercado e invertir en ellas para que puedan crecer); préstamos entre personas o peer to peer lending; emprender o comprar una franquicia o préstamo hipotecarios entre personas.