La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado hoy que el techo de gasto es uno de los "elementos sustantivos" que tendrá que incluir el próximo Gobierno entre sus primeras medidas, puesto que es la base para elaborar los presupuestos de 2017.

En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta ha recordado que junto con el límite de gasto no financiero del Estado se acuerdan los objetivos de déficit y deuda pública para las distintas administraciones públicas, que deben ser consultados con autonomías y entidades locales.

De ello se desprende que antes de su aprobación se convocaría una reunión de la Comisión Nacional de Administraciones Locales (CENAL) y del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

La vicepresidenta ha explicado que tras ser acordados en Consejo de Ministros, los objetivos de estabilidad presupuestaria y el techo de gasto serán remitidos a las Cortes Generales "que pueden vetarlos, pero no modificarlos".

"Hasta entonces no se pueden aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2017", ha añadido Sáenz de Santamaría.

Preguntada por el ajuste fiscal que tendrá que hacer el Gobierno en los presupuestos para cumplir el objetivo de déficit del 3,1 % del PIB el año que viene, la vicepresidenta ha dicho que todavía es pronto para saberlo, pero se ha remitido a las declaraciones de ayer del presidente en funciones, Mariano Rajoy, que avanzó que podría estar por debajo de los 5.000 millones inicialmente calculados.

La vicepresidenta ha dicho que todo dependerá de cómo sea finalmente el cierre de 2016 en cada administración y del grado de cumplimiento de la previsión de ingresos tributarios, después de que se haya modificado el sistema de pagos fraccionados a cuenta del Impuesto de Sociedades.

No obstante, ha afirmado que "nada tiene que ver" reducir el déficit público en una situación de crecimiento económico y con 18,5 millones de ocupados en comparación con el esfuerzo que se tuvo que hacer en 2012, en plena recesión y con poco más de 16 millones de trabajadores.