El juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia, Jorge de la Rúa, ha dictado el concurso necesario de acreedores de Mebru, la sociedad patrimonial impulsada por los propietarios de Cleop, compañía presidida por Carlos Turrró, para controlar el 55,2 % de la promotora inmobiliaria Urbem, fundada por la familia valenciana de José Pastor.

La crisis financiera de Mebru tiene un incidencia directa en la posibilidades de cumplimiento del convenio de acreedores aprobado por Cleop, cuyo plan de viabilidad está basado en una serie de premisas entre las que destaca la recuperación de la inversión derivada de terminadas adquisiciones de activos, valorados en 91,2 millones de euros. Así las cosas, el concurso de acreedores de Mebru -uno de los principales activos de Cleop- deja en el aire el plan de viabilidad de la compañía presidida por Torró, que logró desembarcar en el capital de Urbem con créditos que concedieron a Mebru varias entidades financieras por valor de 62,9 millones de euros. Ahora, Cleop tiene más complicado poder pagar esas deudas que asumió para la compra de parte de Urbem y que abrió el enfrentamiento entre Cleop y la familia Pastor.

El programa de futuro que anunció Cleop en 2015 para superar su concurso de acreedores reflejaba que Mebru «está llevando a cabo un proceso de refinanciación que está previsto formalizar a corto plazo», situación que no ha ocurrido hasta la fecha. Carlos Turró,, máximo responsable de la Compañía Levantina de Edificación y Obras Públicas, figura como investigado por la justicia debido a la «Operación Taula».