El informe del BBVA Research considera «poco probable una reversión de las tensiones» en los países competidores, pero, aun así, afirma que el gran reto para el sector «es fidelizar a los turistas ?prestados?». Acto seguido, enumera tres factores, ya muy conocidos, que podrían contribuir a mantener el crecimiento de esta actividad. El primero de ellos es aumentar la diversificación, o sea ganar cuota en mercados no tradicionales. El segundo es reducir la estacionalidad, dado que España sigue recibiendo tres veces más turistas en temporada alta que en la baja.
En tercer lugar, el estudio elaborado por Juan Ruiz e Ignacio Archondo cita la necesidad de mejorar la competitividad, «que debe abarcar todos los frentes, no solo precios». En este sentido, apunta que en un entorno en el que tres de cada cuatro turistas utilizan internet para buscar información del destino y dos tercios usan este medio para realizar reservas y efectuar pagos «es necesario que se realice una rápida adopción de las nuevas tecnologías». Asimismo, demanda que los gobiernos creen un marco regulatorio que «favorezca la inversión reduciendo las restricciones a la oferta, disminuyendo los costes asociados con las licencias y el tiempo para su aprobación». Son unas restricciones que «están presionando los precios al alza en algunas regiones, y pueden redundar en un deterioro del atractivo del sector». La «provisión de una mejor regulación debe extenderse a otros sectores de servicios, de manera que reduzcan los márgenes en aquellas partes de la economía» con rentas monopolísticas. Además, propone un aumento de los recursos destinados a la formación.
