Mientras el sector privado ha vivido en su conjunto una auténtica sangría durante la crisis, como siguen probando las estadísticas del mercado laboral, las administraciones públicas han pasado por esa catástrofe económica con apenas unas cuantas rozaduras. Y es que el empleo público, en el conjunto de España y, singularmente, en la Comunitat Valenciana, no solo no se contrajo, para fortuna de los funcionarios, sino que aumentó, según un documento de trabajo de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) que analiza el comportamiento del mercado laboral del sector público autonómico entre 2002 y 2014.

Los datos ponen de relieve que en los años centrales de la crisis económica, es decir, entre 2007 y 2014, el empleo en las administraciones públicas valencianas se incrementó en un 5,3 %, lo que implica cuatro puntos más que la media española del 1,3 %. Siete autonomías registraron en ese período una disminución de efectivos en ese mercado laboral. Si se incluyen los años más prósperos de la etapa de bonanza económica, inmediatamente anteriores a la Gran Recesión de 2007, el crecimiento del empleo público es aún más significativo, dado que entre 2002 y 2014 la subida fue del 24,1 %, en este caso dos puntos por encima del 22,2 % de la media española.

Esta evolución del empleo utilizado en la provisión de servicios públicos en las autonomías, tal como lo denomina la AIReF, es consecuencia de dos etapas bien diferenciadas. En una primera, entre 2002 y 2011, coincidente con la época de expansión y la fase de la crisis en la que se luchó contra ella con medidas keynesianas de expansión del gasto público, se produjo un aumento de la masa laboral en las administraciones de la Comunitat Valenciana del 51,6 %, muy superior al 40,1 % que se produjo en el conjunto de España. Entre 2011 y 2014, cuando se imponen las políticas de austeridad impulsadas por Bruselas y el FMI para controlar el desbocado déficit español, se registra una contracción en el empleo público valenciano del 27,4 %. Es un ajuste severo, pero insuficiente para comerse la expansión previa, a diferencia de lo que sucedió en el sector privado.

Oltra: «Faltan manos»

Estos datos, si bien el período analizado por la AIReF concluye en 2014, contrastan con las quejas expresadas por los máximos responsables del nuevo Consell de la Generalitat, en ejercicio desde mediados de 2015. Aunque la conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas no atendió ayer la llamada de este diario, fuentes de la Generalitat cifraban el pasado mes de julio en más de 6.000 las plazas de funcionarios que se han perdido entre 2007 y 2014. De hecho, en ese mismo mes, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, aseguró que «en la Generalitat faltan manos, tanto de funcionarios como de altos cargos». En consecuencia, la administración autonómica ha impulsado este año la mayor oferta pública de empleo desde 2010 al sacar a concurso 6.200 plazas de funcionarios (4.000 en sanidad, 1.500 en educación y 700 en otros departamentos).

Por otro lado, la AIReF detalla que entre 2002 y 2014 hubo en España una concentración de empleados en educación, sanidad y servicios sociales, que acapararon el 78 % del empleo. La educación, que suponía el 44,2 % del total al principio, ha ido perdiendo peso hasta situarse en 2014 en el 39,5 %, casi el mismo porcentaje que la sanidad (39,2 %), por el envejecimiento de la población.