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Análisis

Semana de ventisca en el Sabadell

Los mercados penalizan los títulos del banco tras la salida de su accionista colombiano por las dudas sobre su expansión exterior

Semana de ventisca en el Sabadell

El Sabadell ha vivido unos días en el alambre tras la venta, sin aviso previo, de la mayor parte del paquete de acciones que tenía su inversor colombiano. Jaime Gilinski entró en 2013 en el capital del banco y llegó a ser su máximo accionista con un 7,5 %. En abril, también por sorpresa, se deshizo de 2,5 puntos. Esta semana ha vendido un 2,99 y tiene 90 días para desprenderse del 2 % restante. Ese día, el martes, las acciones cerraron con más de un 4 % de caída. El miércoles bajaron tres décimas y ayer se mantuvieron sin cambios. El director de Renta 4 en Valencia, Juan Espinós, considera que los mercados han penalizado los títulos del Sabadell por las dudas que dicha operación parecen sembrar sobre la expansión exterior del banco.

Este experto recuerda que el acuerdo entre Gilinski y el Sabadell comportó la entrada de la entidad catalana, con un 4,99 %, en el banco del colombiano, de tal forma que este último «se había convertido en el vínculo para expandir su negocio por Sudamérica». La salida ahora de Gilinski implicaría, por tanto, que al Sabadell «se le cierra una puerta a la diversificación, que es una de las principales estrategias de la entidad para no depender tanto del mercado nacional, donde está muy localizado» y seguir la estela del Santander y el BBVA. Además, Espinós apuntó que los mercados también han descontado las previsiones de un menor crecimiento de la economía británica dadas a conocer esta semana, dado el efecto que este pronóstico pueda tener sobre la inversión del Sabadell en Reino Unido, donde hace un año, antes del Bréxit, compró el banco TSB.

Precisamente, ayer el consejo de administración de la entidad catalana se reunió en Londres, donde el presidente, Josep Oliu, inauguró la nueva sede del banco y mantuvo encuentros con clientes de aquel mercado. Fuentes de la entidad catalana explicaron que Gilinski «sigue siendo accionista de referencia del Sabadell y que se mantiene la relación y la estrategia». Otras fuentes señalaron que la salida del empresario colombiano ha podido deberse a una discrepancia sobre la expansión del Sabadell, en el sentido de que él pensaba que la prioridad debía ser Sudamérica y los responsables de la entidad catalana consideran que el objetivo principal es el mercado británico.

La salida del inversor colombiano, como toda marcha de un institucional, «no es una buena noticia a corto plazo», según Espinós, pero el director de Renta 4 en Valencia hace dos salvedades. En primer lugar, la respuesta inmediata que dio Oliu y uno de los consejeros del Sabadell, Ramón Sufrategui, que compraron títulos del banco „el presidente invirtió un millón de euros„ nada más conocerse la venta de Gilinski. En segundo lugar, que la operación se realizó solo con un descuento del 5 %, que «no es muy alto y no permite dar una lectura negativa al valor». Eso sí, el colombiano habría perdido cerca de un 30% sin contar los dividendos sobre su inversión inicial, dado que la cotización es inferior a cuando entró.

Este experto considera que en la reacción de la bolsa no tuvo nada que ver la situación interna del banco, «que está a la par que otras entidades financieras del país», ni los rumores constantes de una posible fusión con el Popular. A este respecto, otras fuentes consultadas por este diario aseguraron que Gilinski, como socio del Sabadell, y el mexicano Antonio del Valle, uno de los principales accionistas del Popular, propiciaron reuniones entre los equipos directivos de ambos bancos para una posible fusión que no llegaron a nada.

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