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Entrevista

Rafael Climent : "Cualquier solución que no se pacte sobre horarios comerciales acabará en los juzgados"

«Para mí la industria es lo que da estabilidad a un territorio y lo que genera cohesión social», señala el conseller

Rafael Climent : "Cualquier solución que no se pacte sobre horarios comerciales acabará en los juzgados"

¿Que diagnóstico hace de la situación económica?

En términos generales, y desde que está gestionando este Gobierno, debo hacer una valoración positiva. Todos los indicadores son positivos: el PIB subió en 2015 un 3,7% y este año va por el mismo camino; desde el punto de vista turístico, probablemente sea el mejor año de la historia en pernoctaciones y en visitantes de otros países; también sube el índice industrial; y el número de parados ha bajado en cerca de 70.000 personas en toda la C. Valenciana.

Entonces,¿Es de los que da por superada la crisis?

Creo que aún estamos en la recuperación porque, a mí, los números todavía no me satisfacen en absoluto porque aún tenemos un índice de desigualdad en nuestro territorio muy grande. Y el objetivo de este Gobierno no es otro que ganar la cohesión social. Mientras no se reduzca la precariedad y no mejore la productividad para que haya salarios mínimamente decentes, no estaré nada satisfecho.

Habla usted de que todos los índices son positivos pero en algunas zonas las exportaciones llevan siete meses cayendo. ¿Lo considera preocupante?

Hubiera sido más preocupante hace un año o un año y medio, porque entonces lo que nos sustentaba era la exportación. Exportábamos un 25% de todo el dinero que se generaba en el País Valenciano y, por tanto, habría sido más duro. En estos momentos, en los que hay cierta recuperación interna, sigue siendo preocupante, pero no tanto. Probablemente ese movimiento interno es lo que provoca que haya menos dinamismo en las exportaciones pero, por supuesto que preocupa, igual que preocupa todo lo que sucede en el mundo: el «Brexit», el resultado de las elecciones en Estados Unidos o lo que pueda suceder en Europa, sobre todo en las presidenciales de Francia, que es uno de los países donde más exportamos.

¿Qué va a hacer al respecto?

Bueno, nosotros tenemos encima de la mesa un plan estratégico, en compañía de los agentes sociales, para ver en qué países abrimos antenas (delegaciones para fomentar la exportación). Para que eche cuentas, cuando entramos sólo había tres de estas antenas y en estos momentos tenemos 24, y con proyección de llegar a 31.

En cualquier caso, la gran apuesta de su departamento o de la que más hablan es de la reindustrialización. ¿Por qué?

Para mí la industria es lo que da estabilidad a un territorio y lo que genera cohesión social. ¿Por qué? Porque crea empleos estables y de calidad o, al menos, mínimamente estables. Es lo que hace que nadie se haga rico de hoy para mañana pero que permite que una sociedad viva bien. Se genera esa clase media potente que hace que la sociedad se consolide y que se produzcan las menores desigualdades posibles. Por el contrario, si haces un país de servicios, acabará tambaleándose en algún momento porque tiene unas patas muy débiles.

Ha habido bastante polémica por las ayudas para la mejora de polígonos industriales, que han decidido concentrar en sólo cuatro zonas -Els Ports y l'Alt Maestrat en Castelló, La Safor en Valencia y La Vega Baja en Alicante, además del proyecto conjunto que han presentado las denominadas comarcas centrales (l´Alcoià, el Comtat y la Vall d´Albaida)-, algo que no ha sentado bien a los alcaldes del Vinalopó, por ejemplo. ¿Por qué se decidió concentrar estar ayudas en lugar de repartirlas?

Bueno, en primer lugar, lo que tengo que decir es que estas áreas han sido más proactivas que otras, bien sea por necesidad, o bien por el abandono que han sufrido -administrativamente hablando- durante muchos años. Me gusta poner el ejemplo de la Vall d´Albaida-l´Alcoià-El Comtat. Es un área industrialmente potente -pensemos que l´Alcoià tiene un 16% más industria que la media de la Comunitat Valenciana, o el Comtat y la Vall d´Albaida, más de un 13%- y han estado abandonadas completamente. La autovía central, una de los servicios fundamentales para conseguir que la industria florezca, se cerró allí y de eso no nos podemos olvidar. También cumplen con otros requisitos, como un elevado índice de paro o un gran apoyo a todo lo que tiene que ver con el sector manufacturero. Por tanto, sí que hay criterios importantes para apoyar esta zona. Es igual que la Vega Baja, otro enclave industrialmente abandonado, o, si hablamos de discriminación, también podemos citar Els Ports.

En cualquier caso, usted ya ha dicho que se trata de un proyecto plurianual y que en próximos ejercicios se llegará a otras comarcas.

Sí, pero yo le estaba justificando el porqué de elegir primero a éstas. Pero, efectivamente, es un plan plurianual con el que querríamos llegar a todo el territorio en los tres años que quedan de legislatura. Este primer año se ha optado por estas comarcas, el próximo serán otras y en 2019 acabaremos con el resto con la idea de hacer polígonos de calidad.

¿A qué se destinarán exactamente estas ayudas?

Pues, por ejemplo, queremos mejorar el acceso a la fibra óptica porque es importante que las empresas no tengan problemas para poder llegar a todo el mundo a través de Internet y ahora los tienen. También se prestará atención al tema energético, favoreciendo la implantación de energías renovables pero también mejorando las conexiones para evitar los problemas que sufren algunos polígonos de microcortes de luz porque las conexiones que tienen no están bien hechas. También muchas empresa demandan acceso a la red de gas. En definitiva, dotarlos de servicios de calidad.

Algunas voces aseguran que sólo se conseguirá acabar definitivamente con el problema del paro si se reactiva la construcción...

No lo comparto en absoluto. Yo seguiré pensando que podemos solucionar el paro y generar la estabilidad necesaria desde la industria y la agricultura, y eso lo tengo más claro que el agua. Eso no quiere decir que haya que dejar de lado la construcción y, de hecho, desde la Conselleria de Infraestructuras se recibe dinero del Estado para rehabilitación, y eso es lo que se está haciendo, ayudar para que la gente pueda rehabilitar y no ir a esa economía especulativa de los PAI. Creo que la construcción es un sector más.

Otro de los temas que más polémica ha generado en su departamento son los horarios comerciales. ¿Por qué consideran tan importante restringir la apertura de las tiendas cuando se puede comprar por Internet durante las 24 horas del día?

Es una buena pregunta. A ver, nosotros nos presentamos a las elecciones con un programa que incluye el apoyo al comercio de proximidad, al pequeño y mediano comercio. Y lo que ese sector está pidiendo es un control de los horarios. Además, también pensamos que los domingos y festivos pueden servir para muchas otras cosas y no sólo pensamos en los comerciantes, también pensamos en los trabajadores y en los consumidores. Es evidente que debemos velar por la conciliación familiar y porque los hábitos sean otros. Además, tenemos números encima de la mesa que dicen que el hecho de liberalizar los horarios no genera unas mayores ganancias continuadas. Eso también nos indica que el festivo lo debemos dedicar a otras cosas.

Ya han sufrido varios reveses en ese intento por restringir los horarios, ¿en qué consistirá la nueva propuesta que pretende llevar mañana al Observatorio del Comercio ?

Vamos por partes. Lo que es indudable es que los intereses están muy enfrentados y cualquier cosa que hagamos que no esté pactada va a acabar en los tribunales. Por tanto, estamos en un maremágnum legal en el que decidamos nosotros una cosa, o decida Madrid otra, habrá algún comercio que irá a los juzgados. Nuestra idea es evitar eso y ver si, de una vez por todas, podemos llegar a un pacto. Así que lo que vamos a proponer el lunes es que se cree una comisión de diálogo para ver si somos capaces de llegar a un acuerdo. Si es así, fantástico. Porque, si no se llega a un acuerdo, tendremos que legislar y estaremos como ahora o peor.

Entonces, ¿no van a plantear ustedes un número determinado de festivos?

Vamos a hablar primero. Lo que nosotros ya hemos dicho es que el planteamiento que más nos gusta es el de la estacionalidad (abrir más festivos en verano y en determinadas épocas) pero, si hay otra propuesta que convence a todos, la firmaremos.

Ahora que algunas grandes superficies han logrado en la C. Valenciana una sentencia judicial que avala que puedan abrir todos los domingos, ¿no es mucho pensar que van a renunciar a esa posibilidad?

Lo hablaremos. Está claro que, si partimos de la defensa de derechos adquiridos, va a ser muy difícil llegar a un acuerdo. Tendremos que partir todos desde cero, cediendo, si no se hace así, será complicado.

En cualquier caso, si no hay acuerdo, ¿volverán a legislar de forma unilateral?

Bueno, lo primero que nos planteamos es que se cambie la ley en Madrid [la legislación que obliga a tener zonas de apertura en Alicante y Valencia es estatal] y, si se puede cambiar la ley -para lo que Compromís presentará una moción- habremos dado un gran paso. Y, después, diálogo, diálogo y más diálogo.

¿Cómo ve la situación de Cierval, que también arrastra problemas económicos?

Pues nos preocupa que no vaya bien pero no queremos inmiscuirnos en lo que no nos corresponde. Por primera vez, yo creo que estamos buscando la autonomía del empresariado de lo que es la Administración. Y una cosa es colaborar de forma cooperativa, y otra cosa es ser intervencionista o inmiscuirse en los problemas de otros.

Los empresarios alicantinos han tenido la sensación de que el Consell no era partidario de la supervivencia de Coepa...

Mire, es que hay que aprender a diferenciar entre lo que es Coepa y lo que es el Gobierno valenciano. Lo que ocurre es que este Consell es el menos intervencionista de todos los que han pasado por la Generalitat y eso debería verse como algo positivo.

Coepa debería haber hecho las cosas bien y entonces no estaríamos hablando de nada de esto. Pero, en cualquier caso, yo tengo que decir que desde el primer momento este conseller planteó que si teníamos que quedarnos el centro de oficios, nos lo quedábamos sin problema, porque el Servef puede utilizarlo para formación. Pero dependía del IVF y del Ayuntamiento de Alicante, no de esta Conselleria.

¿Estaban dispuestos a comprar el centro de oficios?

A comprarlo, no. A que se lo quedara el Consell a cambio de la deuda que tenían, que ahora, al final, es lo que hará el IVF.

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