La primera fase de modernización de la línea ferroviaria Valencia-Teruel-Zaragoza, cuya financiación será realizada por el Puerto de Valencia mediante la aportación de 50 millones de euros, ha sido bien acogida por algunas de las compañías del sector del automóvil de España como Opel-Figueruelas y Ford-Almussafes. El proyecto contempla actuaciones en quince tramos y la reducción del trayecto en torno a una hora para los trenes de mercancías.
La factoría de General Motors, a través de su operador de transporte Transfesa, envía un tren semanal de vehículos hasta el puerto de Valencia por la línea férrea de Teruel, un servicio que se conecta con navieras que transportan coches a Turquía e Italia, entre otros países. Esta frecuencia podría aumentar cuando mejore esta infraestructura ferroviaria. Cada convoy de mercancías de 550 metros de longitud transportan unos 240 vehículos desde la factoría Opel hasta Valencia. «Apoyamos la iniciativa del Puerto de Valencia porque puede beneficiar nuestras exportaciones», reconocieron ayer fuentes de Opel-Figueruelas.
Desde Ford España, que analiza todavía el proyecto y en espera de la ejecución de una obra que debe acometer el ente público Adif, también se destaca la posibilidad de mejorar las conexiones con Zaragoza, una de la principales áreas logísticas y de concentración de carga de España.
El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, califica de «muy positivo el importante esfuerzo inversor que realizará la Autoridad Portuaria de Valencia» para la mejora de las deficiencias del Corredor Cantábrico . «Su mejora hará más eficiente y competitiva la conexión ferroviaria del principal nodo logístico marítimo del Mediterráneo y Zaragoza y su hinterland, uno de los principales nodos logísticos de la península».
En parecidos términos, el máximo responsable de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, considera que la modernización de la línea Valencia-Zaragoza supondrá «un importante impulso para el tráfico de mercancías entre ambos territorios, mejorando la competitividad del Puerto y de las empresas de la Comunitat Valenciana».
González sostiene que «se trata de una obra necesaria e imprescindible para la eficiencia de la mayor plataforma logística de España situada en Zaragoza y en el Puerto de Valencia» y que «los empresarios valencianos llevan décadas reclamándola ya que permitirá garantizar los plazos de entrega de mercancías y acortar los tiempos de transporte mediante la circulación nocturna».
