2017 va a ser un año de turbulencias en Ford. Desde el 1 de enero. A los problemas que vienen produciéndose durante este año por la caída de la demanda en los principales mercados de la marca del óvalo, se va a unir en unas semanas la problemática particular de la planta de motores por la reducción de pedidos, que va a afectar como una onda expansiva al resto de la factoría.

La primera consecuencia ya está sobre la mesa. La caída de la producción de motores va a motivar el desplazamiento de cuarenta de sus empleados a montaje a partir del 1 de enero. Eso provocará la salida de 40 trabajadores eventuales, que perderán su plaza por la vía de la no renovación.

Así lo ha trasladado ya la empresa a los representantes de los trabajadores en los últimos días. El mayoritario UGT, en todo caso, se opone a esta situación y de aquí a fin de año va a tratar de convencer a la empresa para que asuma el excedente de plantilla en motores. Su objetivo es que aplace las medidas hasta la reorganización de la planta que deberá acometer hacia el segundo trimestre del año, explica el portavoz de UGT, Carlos Faubel.

Y es que se prevé un año complicado en motores, una planta con cerca de un millar de trabajadores, la mayoría fijos. En septiembre, la negociación entre dirección y sindicatos ya evitó un ERE temporal. Antes de verano, en el contexto de la caída de la producción, la factoría prescindió de 160 trabajadores eventuales, cuyos contratos vencían a finales de julio. También estuvo en el aire el despido de otros 430 por el mismo motivo, pero se recondujo a cambio de reducir dos horas la producción y de devolver esas horas con sábados gratis durante 2017.

En estos momentos, en Motores ya no se trabaja los viernes por la tarde y se ha reducido la producción hasta los 1.720 motores al día. Había arrancado 2016 con 1.990. La caída anual será de unas once mil unidades.

A la caída de la demanda se une un problema mayor. Durante los próximos meses los pedidos de motores para la corporación Jaguar Land Rover Automotive van a ir menguando hasta su desparición definitiva, en junio de 2017. Esas marcas del grupo americano van a comenzar a fabricarse sus propios motores.

¿De tres turnos a uno en un año?

Entre los trabajadores ya se asume la desaparición de otro turno durante el próximo año, que se suma a la extinción del de la noche en enero pasado. De tres turnos a uno en año y medio. Un volumen importante de trabajadores de motores irá a otras plantas, lo que supondrá de nuevo la no renovación de eventuales. Desde UGT confían en que el impacto de esta movilidad no supere el centenar de afectados. Y también esperan que ese segundo turno se recupere en 2018.

La tabla de salvación para la planta durante 2017 es la llegada del nuevo motor Maverick, que es una evolución de un modelo que ya se fabrica aquí. De hecho, a partir del 19 de diciembre cesa la actividad en las líneas de montaje de motores para acometer las inversiones de 40 millones necesarias para este lanzamiento. Es la primera parte de unas inversiones que se irán incorporando en 2017 y que alcanzará los cien millones, como adelantó este diario.