El 21 de agosto de 2011, dos meses antes de la victoria electoral del PP, el responsable de Economía del partido, Cristóbal Montoro, descartó que fuesen a a subir impuestos: «Si metemos más mano al bolsillo de los españoles, los arruinamos, hundimos la confianza, no habrá recuperación económica, no habrá nuevo consumo. Por tanto, por ahí no», aseguró Montoro a Europa Press. El 30 de diciembre de 2011, nueve días después de la toma de posesión de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, el PP se destapó con la primera tanda de la gran oleada de subida de impuestos de la legislatura.

El PP lo justificó porque supuestamente Zapatero le había mentido con el déficit y, en vez del 6 %, fue del 8,51%. Pero cuando el déficit fue superior al 8,51 (el 11 % de 2009) el PP exigió a Zapatero que lo corrigiese bajando impuestos. En realidad, la economía que recibió el PP no era peor que la que ya se sabía. Lo admitió el ministro de Economía, Luis de Guindos, el 1 de enero de 2013: «La herencia recibida no es muy diferente a lo que esperaba». Es lógico porque el PP aseguró entre 2008 y 2011 que España estaba «en quiebra». En realidad, el incumplimiento fiscal de 2011 y las facturas ocultas en los cajones no estuvieron en el Gobierno central sino en las autonomías del PP, como admite Luis de Guindos en su libro «España amenazada». Tres de ellas (Madrid, Comunitat Valenciana y Castilla y León) siguieron ocultando facturas hasta mayo de 2012, lo que obligó a Montoro a revisar al alza el déficit de 2011 del 8,51 al 8,9%.

En todo caso, Zapatero no podía conocer en octubre el déficit de ese ejercicio. De hecho, Rajoy y Montoro nunca tienen esa información hasta febrero o marzo del ejercicio siguiente. El Gobierno español estuvo negando hasta el 12 de febrero de 2016 que hubiese vulnerado el objetivo de déficit en 2015, pese a las alertas que le envió la UE desde octubre. El PP sostuvo hasta 2011 que «de las crisis sólo se puede salir bajando impuestos». Partiendo de esta premisa, si la crisis de España era peor de la esperada debería haber aumentado la dosis de su medicina. Pero aplicó justo el tratamiento contrario.