Agotados los fondos del último Plan PIVE (el de ayudas del Gobierno central para la compra de automóviles nuevos) el sector de concesionarios ha demostrado que se puede crecer en ventas debido, sobre todo, al tirón del consumo y la estrategia de descuentos comerciales de las empresas para captar clientes. Así lo demuestra el resultado provisional del de Salón del Automóvil de Feria Valencia, que ayer cerró sus puertas con un récord de ventas -hasta mediodía- de 2.876 unidades, lo que representa un aumento del 20,6% respecto a la del pasado año, edición que ya marcó registros históricos.

El salón de Feria Valencia ha certificado la mejor edición de su historia con 64.000 metros cuadrados de superficie expositiva y la flota de 3.300 vehículos en oferta. Al tirón de ventas de la 19ª edición habría que sumar operaciones hasta la hora de cierre, así como las formalizaciones que se realicen en semanas posteriores.

Los resultados comerciales logrados por los expositores del Salón superan con mucho las expectativas de las 35 marcas y 80 expositores presentes en el salón, ya que más del 80% de los vehículos expuestos se han vendido. Además, hay que anotar el éxito de público que también ha supuesto la feria, con unas cifras de asistencia que superaban en un 9 % las de la edición de año pasado y alcanzan la barrera de los 60.000 visitantes.

«Ha sido la mejor feria de la historia», explica Raúl Palacios, presidente de la Feria del Automóvil de Valencia. «Las expectativas eran muy buenas pero, sinceramente, no esperábamos romper de esta manera el techo que ya supuso el récord del año pasado, máxime cuando aún estaban vigentes los Planes PIVE», indica el empresario. «En España, la suma de todos los concesionarios venden sobre los 2.800 coches al día. Durante la feria -destaca- hemos vendido más que todos ellos».