El Tribunal Supremo (TS) ha establecido que las empresas que han concedido cesta de Navidad a sus empleados de forma continuada están obligadas a mantener este beneficio., según publicaba ayer el diario económico Expansión. La sentencia sienta jurisprudencia „es la segunda en esta línea„ y modifica la doctrina según la cual las empresas no están obligadas a mantener dicha cesta porque se trata de un acto de liberalidad.

El nuevo fallo consagra esta retribución incluso aunque la empresa alegue que no puede darla por la situación económica que atraviesa, y lo hace en un caso que afecta a una empresa resultado de la fusión de otras dos, cuando una de ellas otorgaba cesta navideña pero la otra no lo hacía.

El TS concluye de que el beneficio de la cesta de Navidad, si se viene repitiendo en el tiempo, constituye lo que se denomina una condición más beneficiosa o derecho adquirido por los trabajadores y se ha de respetar, según el citado rotativo. Al tratarse de una concesión de carácter colectivo, su modificación o supresión no se puede realizar unilateralmente, sino a través de un nuevo pacto, como establece el Estatuto de los Trabajadores.

El Supremo, de esta forma, da un giro de 180 grados a lo que se establecía hasta la fecha y subraya ahora que «es patente la voluntad inequívoca de la empresa de conceder este beneficio [...] hasta el punto de que todos los años el Departamento de Recursos Humanos elaboraba la lista de beneficiarios y la remitía al Departamento Comercial, que adquiría el producto y lo enviaba al almacén, se informaba al personal de que ya estaban dispuestas las cestas y las recogían en el almacén de la empresa, participando el Comité de Empresa en la elección de la calidad de los artículos. Dicho beneficio se hacía constar en la oferta de empleo». La cesta, recoge la sentencia, tenía un valor de 66 euros.

Este derecho no se ve afectado por una fusión empresarial, asegura el fallo: «Que Esmena se fusionara con Mecalux no altera la naturaleza del beneficio, su carácter de condición más beneficiosa, ni permite que pueda ser suprimido de forma unilateral [...] por lo que ha de respetar las condiciones de las que disfrutaban los trabajadores hasta tanto no se proceda a la suscripción de un pacto colectivo que sea más favorable o una modificación sustancial de condiciones de trabajo, o pacto novatorio». La sentencia tiene un voto particular que discrepa porque considera que el conflicto afecta sólo a la cesta de Navidad de 2012.

Alfredo Aspra, socio director de Laboral de Olleros Abogados, señaló a Expansión que «los empresarios han de medir muy bien la concesión de cualquier beneficio, pues la simple reiteración se está interpretando judicialmente como sinónimo de un acto inequívoco de voluntad constitutivo de un derecho y no como una liberalidad (aunque ése sea el espíritu que presidió su concesión)».

En 2008, el 39 % de los trabajadores recibía una cesta de Navidad. El sector acusó con severidad la crisis, con caídas de sus ventas de aproximadamente un 30 % en los años 2009 y 2010. Sin embargo, desde 2014 viene recuperándose. Las empresas involucradas en el sector alcanzan una cifra de negocio de más de 15.000 millones de euros. Los sectores implicados „fundamentalmente relacionados con la actividad agroalimentaria, además de las firmas especializadas en elaborar y distribuir este producto„ generan cientos de miles de puestos de trabajo. En Navidad, se elaboran y comercializan alrededor de 8 millones de lotes, según datos de la Plataforma Cestas y Lotes de Navidad citados por Expansión.