La eurodiputada valenciana, Inmaculada Rodríguez Piñero ha mostrado su «satisfacción y alegría por el sector agrícola valenciano» tras aprobarse por amplia mayoría en el pleno del Parlamento Europeo la resolución de la vicepresidenta de Agricultura, la socialista Clara Aguilera, en la que se solicitaba a la cámara la revisión y mejora de los controles de plagas en las importaciones de cítricos, especialmente en los procedentes de Sudáfrica. De hecho, tal como ha apuntado Rodríguez Piñero la iniciativa fue presentada «precisamente para evitar los perjuicios a los agricultores valencianos» y fue el acuerdo al que se comprometieron tanto Aguilera como Rodríguez Piñero con la delegación de alcaldes del PSPV que viajaron a Bruselas hace una semana. Por ello, Piñero ha agradecido al resto de formaciones políticas «su apoyo a una propuesta que surgió de las reivindicaciones del campo valenciano y que los socialistas elevamos hasta el Parlamento Europeo».

Con esta decisión, la Eurocámara ha rechazado las modificaciones que la Comisión Europea pretendía introducir sobre los controles de las importaciones de cítricos de terceros países en la actual normativa de Sanidad Vegetal de la UE y que reducía a controles visuales los productos destinados a la industria. «Hoy hemos enviado un mensaje contundente a la Comisión: no se pueden relajar los controles fitosanitarios de los cítricos importados de terceros países cuando su destino sea la industria y no el consumo fresco», ha apuntado la eurodiputada valenciana antes de recordar que con esta decisión «esta es la primera vez que el Parlamento Europeo rechaza una propuesta de Comisión en materia de Sanidad Vegetal».

«Estamos hablando de la introducción y propagación de plagas muy peligrosas como "Black Spot" o "Citrus Canker" que suponen una amenaza a las plantaciones de cítricos a Valencia, Andalucía y otros territorios de la Unión, por lo que los socialistas no íbamos a aceptar que se implanten dos canales fitosanitarios de entrada en función del destino del producto», ha manifestado Clara Aguilera antes de incidir en que “relajar esos controles supone asumir un riesgo innecesario”.