La factoría de Almussafes retomó ayer su actividad para afrontar un 2017 lleno de incertidumbres. Las mayores dudas se concentran en la planta de Motores, en la que se van a invertir 60 millones durante los próximos meses, que se añaden a los 40 ya establecidos para adaptar las líneas al nuevo motor que llegará en 2018, el Maverick. Cien millones en total. Sin embargo, la producción en Motores va a sufrir un parón en pocos meses. Según explica Carlos Faubel, líder del sindicato mayoritario UGT en la empresa, entre abril y mayo finalizará la fabricación de motores Jaguar Land Rover (la producción se concentrará en Estados Unidos) y eso hará que la actividad se reduzca «a la mitad». Entre ese momento, y todo el segundo semestre se perderá un turno. Hace un año ya se perdió el de noche y se pasó de tres a dos. Se prevé que afecte a unos 130 ó 140 personas. «Vamos a vigilar el impacto en el empleo del excedente de la planta de motores e intentaremos evitar su recolocación en otras plantas» para que no haya pérdida de trabajos, añadió.

Por lo demás, el año arranca con la respiración contenida en la factoría vistos los vaivenes del mercado y la producción durante la parte final de 2016, un año que, en todo caso, cerró con un pequeño crecimiento y en la frontera de los 400.000 coches fabricados (394.111), con el Kuga como gran estrella.

1.890 coches al día para empezar

Este 2017 arranca con una producción diaria de 1.890 vehículos, casi al mismo ritmo que el año pasado, que acabó en 1.700. Dirección y sindicatos revisarán mensualmente la evolución del mercado. En estos momentos, la fábrica tiene casi 1.500 empleados no fijos.

El clima de incertidumbre por el contexto global no afecta únicamente a Valencia. El presidente de Ford anunció ayer la cancelación de la inversión prevista en México de 1.600 millones en una nueva planta de montaje en México, así como una inversión de 700 millones en la fábrica estadounidense de Flat Rock (Michigan). El cambio de política llega en medio de las tensiones que está generando en el sector de la automoción el cambio inminente de la Casa Blanca hacia políticas más aislacionistas.

El propio Donald Trump amenazó a General Motors vía twitter con la imposiciones de grandes aranceles a la fabricación de coches en México. «General Motors está enviando el modelo Chevy Cruze hecho en México a los concesionarios de EE UU sin tarifas. ¡Fabrique en EE UU o pague un gran arancel aduanero!», advirtió.