La Generalitat y el lobby empresarial Fundación Conexus han llegado a un acuerdo para reabrir la «embajada valenciana» en Madrid. La entidad que preside el abogado Manuel Broseta y que ejerce de grupo de presión privado de los intereses valencianos en la capital de España se trasladará de su actual sede en la calle Jenner al bajo propiedad de la administración autonómica, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes conocedoras de la operación publico-privada. A cambio, la entidad soportará los gastos de funcionamiento „principalmente personal administrativo„y mantendrá las instalaciones abiertas para que empresarios y entidades valencianas utilicen sus 356 metros cuadrados de salas para realizar negocios y reuniones.

La «embajada valenciana» en Madrid se encuentra en la calle Spagnoletto „en honor al pintor de Xàtiva José Ribera„, en pleno centro de la capital de España. El bajo propiedad de la Generalitat se encontraba cerrado desde hace meses al no haberse podido encontrar un inquilino que pudiera pagar los 3.611 euros al mes de la última licitación pública. De esta manera y con esta colaboración publico-privada, la Generalitat volverá a tener abiertas estas instalaciones para «uso público». Las dependencias cuentan con una planta de oficinas, que están arrendadas a una empresa, y de varias plazas de garaje, también alquiladas.

La idea del Consell, que ya realiza desde hace años Conexus en Madrid „de hecho fue uno de los pocos colectivos que se reunió con Felipe VI antes de llegar al trono„, es ejercer presión en Madrid en favor de los intereses valencianos aunque con un añadido. Servir también a empresas y entidades en sus negocios y trabajos en la capital. Sus oficinas estarán abiertas para cerrar tratos o para tener reuniones, una opción interesante para muchas entidades valencianas que tienen que alquilar hoteles o salas privadas, con el correspondiente coste para las cuentas de resultados.

La «embajada valenciana» en Madrid se cerró en el año 2011, en plena crisis económica por las dificultades de la Generalitat para afrontar los pagos corrientes. Posteriormente se puso a la venta aunque no consiguió ningún comprador de garantías, ya que los dos concursos quedaron desiertos. En 2014 se sacó a convocatoria su arrendamiento en tres lotes, la planta baja donde estará ahora la embajada y la sede de la Fundación Conexus, las oficinas de la primera planta y las plazas de parking.

Según el concurso público que sacó la Generalitat, el precio anual de arrendar la planta baja es de 43.332 euros. La primera planta, arrendada a la firma Optima Corporate es la más cara puesto que cuesta 56.268 euros sin IVA y con dos plazas de garaje y un trastero. Una plaza de garaje que dispone un particular tiene un precio de 1.800 euros al mes. Este dinero lo ingresa la Generalitat.